En agosto del 2017, el Presidente realizó una visita sorpresa al municipio de Río San Juan, específicamente a la sección de El Tablón. Me enteré de la visita estando donde la entonces directora del Distrito Escolar 14-01, Facunda Vásquez, por una llamada que me hiciera el Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, para que esperara junto a él al presidente Medina en el play de béisbol.
Cuando el presidente Danilo Medina llegó en un helicóptero, de inmediato me llamó y me dijo textualmente; "Luis debes estar pendiente que en cualquiera momento te llamo". Mi respuesta también textual, fue la siguiente: " Presidente quiero que esté claro, que soy una persona fiel a usted, con cargo o sin cargo en el Gobierno, así que no se preocupe por eso". Nos dimos un fuerte abrazo y marchamos hacia la actividad programada.
Unas semanas después de ese encuentro, recibí una llamada del Ministro Administrativo, donde me informaba que todo estaba listo para ser designado como viceministro del Ministerio de Planificación, Economía y Desarrollo. En verdad nunca simpaticé con esa idea, por la simple razón de que mi perfil no es el de ser un técnico seco.
En eso se produjo la designación de Héctor Mojica como Director de la OMSA, quien hacía dos meses había sido designado como Director Ejecutivo del Consejo de Coordinación Proyectos Especiales Zona Fronteriza. Mojica y un servidor somos buenos amigos, además veníamos de trabajar en la misma área, yo como Director de la DGTT y él como Director de la OTTT, por lo que tenía cierta información de lo que era el CCDF.
Ante esa situación, le comunico al ministro Peralta que prefería ser nombrado en la posición que dejaba Mojica y no como Viceministro en el MEPD. Esto lo hice muy consciente, ya que prefiero ser cabeza de una institución pequeña y no un ente secundario en una grande. Tengo una amplia experiencia sobre este tema, tanto por mi como por otras personas, donde funcionarios cuando son incumbentes de cualquier institución, pasan a anular la institucionalidad y a dirigir con las personas de su entorno.
En octubre del 2017 el presidente Danilo Medina nos designa, mediante decreto, como Director Ejecutivo del CCDF. En realidad nos encontramos con una entidad muy débil, sin estructura definida, con un presupuesto muy pequeño, dispersa, disgregada y prácticamente desconocida. Hasta el momento podemos decir que en estos 11 meses que la estamos conduciendo, hemos logrado mucho, en el plano estructural, operativo, financiero y de proyección social.
Entiendo que tenemos una institución que desde ya comienza a tener forma definida y sobre todo a ser respetada y reconocida por diversos sectores nacionales y fronterizos. El CCDF ha comenzado a dar sus frutos, lo cual quedará definido con la Expo-Feria que realizaremos del 30 de Noviembre al 2 de Diciembre en la provincia de Montecristi.
Es oportuno reconocer que esos avances no hubieran sido posible sin el apoyo que desde el primer día nos ha brindado el Ministerio de Industria y Comercio a través de su ministro, Nelson Toca, y del director administrativo y financiero de ese ministerio, Manolo Caba. Esto para mi ha sido una gran experiencia, porque me ha enseñado que no todo está perdido, que hay muchos funcionarios con voluntad y vocación de servicio. Los del MICM son un ejemplo de esto que digo.
Siempre he establecido que en un gobierno las posiciones son transitorias y circunstanciales, por lo que cada día debemos estar preparados para ser removidos o simplemente separados de la administración pública. Por este criterio no me fue difícil ejecutar el tránsito de la DGTT al CCDF, o simplemente haberme quedado fuera, esto lo viví sin ningún trauma cuando estuve fuera del Gobierno del PLD del 2004 al 2010.
Siempre he dicho que esos 6 años que no fui parte de la Administración Pública, fueron mis mejores años en términos económicos y de tranquilidad y paz espiritual. Esa situación no me impidió trabajar con toda la dedicación posible a favor de mi gobierno, del gobierno del PLD y de manera particular al lado del presidente Danilo Medina.
Por esto puedo afirmar con toda la autoridad posible, que soy un danilista afectivo, de corazón, fiel y sin condiciones. También entiendo que hay un danilismo de oportunidad, el cual es importante y necesario para sostener un gobierno, en un país tan controversial, con bajos niveles de institucionalidad y con una marcada tendencia para conseguir las cosas con el menor esfuerzo posible.
Hay espacios con niveles técnicos, alianzas necesarias, importantes figuras de la sociedad civil, que su participación en un gobierno son imprescindibles, además del movimiento coyuntural de las fuerzas internas del Partido de la Liberación Dominicana. Esto inevitablemente produce lo que he llamado el danilismo de oportunidad o coyuntural.
Este fenómeno, si no es comprendido, puede producir mucha frustración, desaliento y hasta depresión en los danilistas afectivos. El danilismo afectivo debe sostener sobre sus hombros esta realidad inevitable, ya que de no hacerlo estaría debilitando el liderazgo de su líder, al permitir que sus espacios sean ocupados por una nueva estructura que jamás tendrá el compromiso emocional, auténtico y sincero de quienes siempre han levantado con sinceridad la bandera del danilismo de corazón.
Después de leer ésta serie de artículos sobre el danilismo afectivo quizás muchos me preguntarán, ha valido la pena tanta fidelidad, cuando otros han obtenido beneficios mayores, sin tanto esfuerzo, entrega ni pasión. A esos le diré lo siguiente, que ha valido la pena, no una sino mil veces, ser fiel a un ser humano que lo ha entregado todo por el avance y desarrollo de los más pobres de este país
Puedo decir que después de ver estos 6 años de gobierno de Danilo Medina, cada día me siento más orgulloso de ser UN DANILISTA AFECTIVO.