La proclamación del ex-presidente Leonel Fernández por parte de un grupo de senadores como candidato del Partido de la Liberación Dominicana para el 2016, y los resultados publicados por la firma encuestadora mexicana Mitofsky, que presentan al presidente Danilo Medina Sánchez como el más popular del mundo, con más de un 90% de aprobación, sin lugar a dudas son dos acontecimientos que vienen a marcar las pautas del quehacer político nacional.
Al ocurrir ambos anuncios prácticamente en la misma fecha, me llama mucho la atención, por lo que sin proponérmelo, me hizo recordar la tragedia de Eurípides en el 409 a.c., donde Ifigenia, hija de Agamenón, rey de Micenas, es sacrificada a la Diosa Artemisa, para que soplaran vientos favorables en el puerto de Áulide, pudiendo de esta manera zarpar las naves con las tropas aqueas que marcharían hacia Troya para rescatar a Helena, que había sido raptada por Paris, esposa de Agamenón, hijo de Príamo, rey de Troya y hermano del príncipe Héctor.
Regresando a nuestra realidad política, esta rueda de prensa de los senadores podría ser un indicativo de que han entendido que los vientos han empezado a soplar de manera favorable hacia el ex-presidente Leonel Fernández, quien recientemente emitió unas declaraciones donde estableció, con la sapiensa y la sabiduría que lo caracteriza, que estaba esperando que los vientos soplaran de manera favorable.
Lo que todos nos preguntaríamos ante esta decisión, que parece irreversible, pues al mismo tiempo del anuncio de la candidatura, establecieron una agenda de actividades para promover esas aspiraciones, ¿Quién o quiénes serían las personas a sacrificar para que los vientos puedan soplar con la suficiente fuerza, que lance a toda velocidad la nave que sustente estos propósitos?
En este punto podría tener mis inquietudes, pero prefiero esperar que sea el tiempo que se encargue de definir quiénes serán los sacrificados y a quien será dirigido el sacrificio.
En otra vertiente, tenemos la encuesta de la Mitofsky, que otorga más de un 90 % de aprobación al Presidente Danilo Medina, situándolo por encima de los mandatarios de todos los continentes; siendo esto un acontecimiento único en el mundo, quizás irrepetible, teniendo nosotros el privilegio de ser el país que le haya tocado vivir este momento, donde quizás por nuestras características e idiosincrasia, no tenemos la grandeza para aquilatarlo en su justa dimensión.
Los vientos no sólo están soplando de manera favorable al Presidente Medina, sino que estos vientos han alcanzado una magnitud tan poderosa, que se han convertido en un colosal huracán, que ha superado las escalas hasta el momento establecidas, soplando en todas direcciones, envolviendo todo el escenario visible, rompiendo todos los vaticinios y dejando atónitos a los versados en estos fenómenos.
De mantenerse soplando los vientos en esta escala poderosa, es posible que los obstáculos y trabas de cualquier índole, sean barridos, pulverizados por esa fuerza, despejando el camino para que este país tenga el privilegio de seguir albergando en su seno al presidente histórico, al presidente Danilo Medina. De esto no ser posible, y las trabas se impongan, es indudable que el fenómeno Leonel Fernández, al margen de la intensidad de sus vientos, tenga todas las condiciones favorables para impulsar las naves, logrando sortear los escollos y colocarse en una situación de relativa ventaja frente a sus adversarios, lo cual parece indicar que no le será tan fácil, pues las últimas manifestaciones de estos apuntan a que están en la firme disposición de mantener la competencia hasta el último momento.