El pasado viernes 23 de Junio participé de un encuentro con el Presidente, Danilo Medina, donde el tema central fue el INTRANT, pero en esta ocasión no me referiré a los temas tratados, ya que no soy vocero autorizado para manifestar ese tipo de informaciones, sino a otro aspecto que tiene que ver con el estado anímico del primer mandatario.
Después de iniciadas las investigaciones sobre el caso Odebrecht, sectores radicalizados, fanatizados y llenos de odio hacia el Presidente, han puesto a circular diversos rumores que tienen que ver con la salud y el estado de ánimo de éste, aduciendo un supuesto debilitamiento físico, que según ellos refleja una extrema delgadez y un aspecto que anuncia un inminente colapso fisiológico.
Esos personajes que respiran un odio visceral hacia el Presidente, quieren presentar ante la opinión pública, que el caso Odebrecht, así como otros que en estos momentos están en la justicia, están afectando significativamente al primer mandatario, como una manera de tratar de crear la percepción de su vinculación con esos casos de corrupción.
Hay otros más directos que no pierden la oportunidad para atacar al Presidente, aunque hagan el ridículo, como fue el caso de un grupo de "intelectuales" que llegaron al atrevimiento de solicitar la renuncia del Presidente, sin importarle que con ello estén propiciando el rompimiento del orden constitucional. Claro que con esto lo único que han hecho es jugar un papelazo en la sociedad.
En realidad el motivo de este articulo, es por haber observado la gran diferencia en los hechos, entre lo que dicen esos sectores opositores y el verdadero estado de ánimo del Presidente. En todos los años que tengo tratando al Presidente, que son muchos, no recuerdo haberlo encontrado en mejor estado anímico.
Durante todo el encuentro el Presidente, Danilo Medina, lucía tranquilo, relajado, risueño, muy conversador, interrumpiendo con chistes algunas conversaciones. Ningún rastro de amargura, melancolía y estado de ánimo depresivo y además, nada de ansiedad y mal humor. No sé de donde estos personajes inventan esas historias para denotar al primer mandatario.
El Presidente ha sido coherente con sus pronunciamientos del 27 de febrero, que la justicia actúe y lleve éste proceso hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga y sin vacas sagradas. Ese día reafirme mis criterios de que el Presidente saldrá fortalecido de esta situación y los sectores que han querido pescar en río revuelto, quedarán aislados y rechazados por la sociedad, porque la verdad florecerá y dejará al descubierto sus propósitos malsanos y dañinos en relación al Presidente Danilo Medina.
Los responsables que paguen ante la justicia sus acciones desdeñables y corruptas, sin importar el nivel político y económico que puedan tener en el País. El Presidente como lo ha establecido, se mantendrá al margen, dejando que sea la justicia que investigue y determine las culpabilidades e inocencias en el caso Odebrecht y cualquier otro que indique indicios de corrupción.
Estoy convencido de que seguiremos viendo un Presidente tranquilo, sereno, seguro de si mismo, relajado y con un excelente estado de ánimo. Adelante Presidente Danilo Medina, sus obras y acciones a favor de los más desposeídos son su mejor carta de presentación, lo que lo convierte en una persona tenaz e inexpugnable, pero a la vez en un ser sensible y solidario.