Río San Juan.- Murió Tomasa. Así pelao, sin apellido. Todos los riosanjuaneros tienen que saberlo, su deceso es noticia. Murió este domingo en donde fuera su residencia del sector Caña Amarga, de este municipio, después de varios días aquejada de un quebranto. Se llevó con ella sus años, sus discordantes ideas y su mundo.
Tomasa, el popular personaje de mente pérdida que recorrió las calles de este pueblo, decidió esta tarde descansar para siempre.
Aún no se conocen los detalles de sus exequias. Ni si los recursos le alcancen para una misa de cuerpo presente en la iglesia de sus amores y sus desagravios. Tampoco su edad, aunque sus vivencias datan de más de medio siglo.
Guardaremos por siempre sus anécdotas: Su pelo sucio y desdeñado como su vestimenta, los improperios lanzados a todo pulmón, en plena misa, contra algunos sacerdotes con quienes decía tener amores. Y recientemente, las compras hechas a la farmacia, y a la que luego pagaba con tapas de refrescos y tarjetas usadas de llamadas.
El reloj de sus años, días y minutos lo llevaba marcado en su frente. Las crujías recorridas maquillaban su polvoriento rostro. Murió sin conocer la vanidad. Tuvo varios hijos, hermanas y sobrinos que cuidaban de ella hasta su muerte.
Su cuerpo está siendo velado en donde fuera su residencia, en el sector Caña Amarga, donde pasó sus últimos días, y será sepultado este lunes en el cementerio Municipal.
Paz a sus restos.
Tomasa: Razón ida con ideas Razonables
(Artículo escrito hace 7 años por Tony Eusebio)
La presencia de Tomasa resulta pictórica de un ambiente costumbrista, y otras veces resulta sufrible verle en su vaivén como vagando a diario en su mundo casi desconocido pero al mismo tiempo rutinario, dándonos a entender que su razón se quedó en un pedazo del tiempo, y que en su futuro, que es el ahora de “los que tienen razón”, sus palabras casi estereotipadas hacen reflexionar.
Hablar con Tomasa (para mi Doña Tomasa) resulta agradable, no por sus ocurrencias, sino por las enseñanzas, que en sus oraciones (algunas veces discordantes) están las palabras que definen a un mundo irracional sumido en el consumismo, perdido en la ambición y el pecado. Doña Tomasa, sólo necesita dinero cuando tiene que comprar algo que le urge, y si usted se lo ofrece en el momento que no va a comprar, le dice que no lo necesita, respondiendo: “¿pa´qué quiero yo cuaito?, eso no se come”.
Siente que es parte de la Iglesia y profesa su fe y devoción a la Virgen María, y en sus palabras nos deja dicho su preocupación emocional, pues expresa: “La virgen tiene un hijo y antonces nadie lo quiere”. En su discurrir hace referencia al entorno familiar diciendo que: “a los hombre y a la mujere lo que le guta e rapai…y lo cuaito”.
Cuando usted está frente Doña Tomasa, está frente a una mujer con el alma limpia, con un corazón inocente, está frente a una mujer importante. Valoremos su presencia, respetemos su actitud, cuidemos su integridad física, cuando la saludamos ella se siente muy bien y cuando siente que uno lo hace con respeto, ella hace sentir a uno muy importante. Doña Tomasa, es una de las tantas gentes nuestras desapercibidas.