En todo el proceso electoral mantuve un discurso a favor de la unidad, exhortando siempre a evitar se crearan heridas que luego fueran difícil de cicatrizar. Todo está ahí, mis artículos y escritos en las redes, como una prueba de mi actitud y visión ante los acontecimientos.
Siempre me dirigí con respeto y consideración hacia los compañeros que circunstancialmente estábamos con posiciones encontradas y sobre todo siempre manifesté mi admiración y agradecimiento hacia Leonel Fernández. Por eso siempre insisto en que la política jamás debe llevarse al plano personal.
Todo indica que en el día de hoy se producirá la salida del compañero Fernández y sus seguidores del PLD, algo muy lamentable para la familia peledeista. Lo que espero es que esta decisión, la cual respeto, aunque no comparto, se realice con el menor trauma posible.
El hecho de marchar por senderos diferentes, no debe implicar confrontaciones ni agresiones verbales, entre quienes han contribuido a cambiar la historia de nuestro país. Jamás se debe olvidar que quienes ahora deciden separarse fueron amigos, hermanos y compañeros, que materializaron el sueño de nuestro fundador, Juan Bosch.
Macharemos por caminos diferentes, aunque siempre hay que recordar que juntos hemos llevamos cinco veces al PLD al poder, ofreciéndole al pueblo dominicano la oportunidad de avanzar por el camino del progreso, la institucionalidad y el crecimiento económico.
Quizás el día de mañana amanezca con la noticia en todos los diarios y las redes de ese acontecimiento, que de seguro alegrará a muchos, principalmente a sectores de la oposición.
La vida es dinámica, nunca se detiene, sigue avanzando, está en constante movimiento, al margen de cualquier situación que pueda ocurrir. Los peledeistas seguiremos trabajando para mantener nuestro partido en el poder, redoblando los esfuerzos y multiplicando los trabajos.
Al estimado compañero Leonel Fernández y a quienes tomen la decisión de acompañarlo en esta empresa, les deseo suerte y al mismo tiempo reconozco que están en su legítimo derecho de marchar por un camino diferente al del Partido de la Liberación Dominicana.
El tiempo será el mejor testigo para juzgar esa decisión, el único con capacidad para determinar los resultados de una acción de tanta trascendencia.