María Gutiérrez, conforme a una fuente del recinto carcelario, llamó la atención de la dirección del centro de que la enfermedad de Quirinito no era cierta, cuando evaluó al paciente, contrario a varios médicos que emitieron certificaciones asegurando que el mal que padecía el prisionero era real.
Esa aseveración la hizo constar Gutiérrez durante un interrogatorio el pasado jueves, hecho por los fiscales investigadores del Departamento de Inspectoría de la Procuraduría General de la República.
Uno de los documentos con los que se buscó avalar la enfermedad de “Quirinito” fue un certificado médico, de fecha 3 de abril de 2017, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), indicando que padecía de un cáncer terminal en la boca.
También certificaciones emitidas por la Clinica Unión Médica del Norte, cuyo laboratorio de Patología, Citología e Inmunohistoquímica, certificó que “el paciente padecía de un carcinoma epidermoide bien diferenciado, infiltrante y ulcerado en la lengua”, firmada por el oncólogo César Núñez Rojas.
Igualmente una certificación firmada por el doctor Ángel Garabot Polanco, del Instituto Oncológico del Nordeste, quien igualmente confirmó las condiciones de salud de Castillo Paniagua.
Dichas certificaciones motivó a que la jueza de Ejecución de la Pena de San Francisco de Macorís, Aleyda Jiménez Acosta, quien fue suspendida, emitiera una sentencia disponiendo el cambio de modalidad del régimen de cumplimiento de la pena por prisión domiciliaria a Quirinito.