Una decisiòn tomada por el Doctor Leonardo Matos Berrido, Presidente de la Liga de Bèisbol Profesional de la Repùblica Dominicana, ha puesto en pie de guerra y a la defensiva a la crònica deportiva del paìs y allende los mares, y por primera vez, se podrìa decir en la historia de esta profesiòn, hay una unidad monolìtica, en contra de tan descabellada decisiòn: suspender a Fernando Holguín (Rubio Blondi), narrador de Los Gigantes del Cibao, por decir "a Figueroa le llegò su Agosto" y "Vergüenza contra Dinero".
Don Alvarito Arvelo Hijo, en El Gobierno de La Mañana, por la Z 101, repudiò tal acciòn e hizo una encuesta donde sòlo tres desaprensivos, indolentes, votaron a favor de tan macabra decisiòn, y unos 15 a favor del comunicador Blondi.
Hoy me llamaron de la ciudad de Nueva York el cronista y voz comercial Oscar Sànchez, criticando la acciòn de la Liga, y como miembro de la A.C.D. en esta ciudad, tambièn me comentaba sobre el editorial de El Nacional; y yo le hablaba de el de El Caribe, donde se repudiaba enèrgicamente la desdichada actitud del Presidente de la Liga.
Sin embargo, quiero dejar constancia de que estos abusos de poder no son nuevo, ni son de la Liga en exclusiva; pues hay que recordar nuestro caso y el de varios compañeros de transmisiones de la cadena de Los Gigantes del Cibao, cuando estaba bajo la direcciòn de Julito Hazìm y su cuadrilla, encabezada por Fèlix Descena y compartes, quienes duraron tres quincenas sin hacerle el pago a los miembros de la transmisiòn compuesta por Luis Ramòn Polanco, Teòfilo Regalado, Darìo Jimènez, Josè Antonio Mena, Gustavo Miranda y Angel Rosa. Y al reclamarles al equipo estos dijeron que no tenìan que ver con eso, ya que la transmisiòn era de la Comercializadora Nacional de Televisiòn, de Julito Hazìm.
Cuando se hablò con èstos, dijeron que no, que era el equipo que tenìa que pagar. Luego de varios dìas màs, y despuès de tres quincenas sin pago, se resolviò ir a huelga para que se efectuara el pago; èsto trajo como resultado que el señor Hazim y su escuadrilla enviaran vigilantes privados a la entrada de la transmisiòn e impidieran el paso a los narradores y comentaristas a las cabinas, como si esto fuera de su propiedad.
El señor Decena se presentò con una prepotencia increible al ¨Juliàn Javier¨¨, donde entrò como si èl no fuera parte del problema, se sentò en un lateral con dos guardaespaldas y ni hablò con los interesandos en conversar con los responsables del pago.
Resultado de èsto, Teòfilo Regalado y Luis Ramòn Polanco, fuera como narradores y algunos que se arrastraron dieron la boca, traicionaron el movimiento huelgario, fueron muy bien acogidos, y ahì estàn. Este es el fruto de la poca uniòn entre los miembros de la crònica y por que no, en sentido general, hoy por tì y mañana por mì.
Pero aquì lo que hay es un interès en subir a como dè lugar, llegar no importa a quièn se tumbe ni còmo, se busca un enllave para que sustituya a quien sabe hacer el trabajo, y, como dicen los dueños de equipos "cualquiera narra". Por esta situaciòn hay tantas improvisaciones, tantos yerros, porque no conoce de lo que se trata, no conocen reglas, no son profesionales de verdad, son fanàticos, en su mayorìa, con un micròfono.
Ojalà y que los verdaderos profesionales del micròfono nos mantengamos vigilantes y unidos, y que los que invierten en publicidad sepan dònde meten sus dineros. Ademàs, no es justo ser juez y parte, y en este paìs, cada quien tiene su pasado y no es bueno tirarle piedras al que tiene ventanas de vidrios.