Caminando por mi pueblo me encontré con don Vicente, y me dijo con orgullo todavía en Río San Juan vive gente.
Entusiasta, laboriosa, altruista y capaz, creativa, hospitalaria, solidaria por demás.
Todavía vive gente amigable y cariñosa simpática, honesta, muy alegre y bondadosa.
Vive gente con orgullo, con coraje, con paciencia, gente linda, gente libre y con mucha inteligencia.
Queda mucha mansedumbre, y una pizca de paciencia, todavía queda gente que no vende su conciencia.
Con franqueza y valentía, gente amante de la paz, que le gusta la armonía sin romper su integridad.
En mi pueblo queda gente que vive y deja vivir, que en las buenas y en las malas no deja de sonreír.
Me siento muy orgulloso me lo expresó Don Vicente.
Todo esto que me comentaba don Vicente me hace recordarle a las autoridades que en Río San Juan todavía vive gente.
Continuará……….