La precandidatura a la senaduría de la provincia María Trinidad Sánchez ha llevado a contender a dos prestantes figuras del PLD. Por un lado la diputada Isabel Bonilla se lanza en pos de esa curul y por el otro el actual gobernador de la provincia Arístides Victoria Yeb enfila sus cañones para conseguir esa posición.
Aunque no se quiera admitir, existe una soterrada y feroz lucha para ganarse el favor de las bases peledeístas que es quien al final tomará la decisión de escoger al candidato o candidato, si es que se escoge vía consulta interna y no por medio de una imposición del comité político.
En el fragor de esa lucha, algunos allegados a los equipos de ambos precandidatos han llegado a usar las malas artes para condicionar la adhesión de algunos compañeros, sin que esto quiera decir que son líneas bajadas por los contendientes, sino producto del enanismo político de nuestros municipios, que anclados en el accionar político de antaño piensan que el mundo no ha cambiado y que seguimos cual borregos a quien nos quiere llevar de lazo.
Lo que se he palpado en ambas facciones es una cierta emulación a la teoría que predicó el ex-presidente Bush hijo cuando invadió Irak, "si no estás conmigo, estás contra mi", es decir, un rechazo total a la disensión de sus pareceres, en franca asintonía con el correr de los nuevos tiempos donde se impone la abierta discusión y confrontación de ideas y el respeto al juicio ajeno, antagónico al " yo soy el que sé".
En Río San Juan, ambas precandidaturas buscan apalancar la candidatura municipal a su maquinaria y hacer creer que de una depende la otra, y no es así; las bases no deben dejarse confundir en esta particular cuestión porque aunque en algún momento podrían necesitarse una a la otra, ambas -como los rieles del tren- corren paralelas, pero cada cual por su camino y serán las circunstancias las que determinen cuando ya estén escogidos los candidatos, cual es la estrategia para caminar unidos.
La candidatura municipal del PLD es la cuestión nodal para los riosanjuaneros y no la representación a nivel provincial de senador y diputados, Río San Juan ya se ha ganado el derecho a tener un diputado y esto es innegociable, pero nuestra preocupación principal debe estar centrada en buscar el perfil del candidato que nos asegure el triunfo ante un adversario de extrema fortaleza por su largo discurrir en el manejo del poder municipal, un candidato que inspire frescura, capacidad, laboriosidad, de formación política y que sepa de gestión Además del nivel de aceptación por la población, debe medirse su tasa de rechazo, que aunque muchas veces puede revertirse, en otras puede ser fatal.(Caso Peña Gómez 1996).
Las bases peledeístas escogeremos a quien nos parezca más idóneo para la candidatura municipal, de la manera que esa misma base decida, y no apalancada a otras candidaturas provinciales ni impuestas por componendas de aposento. Cada cual es libre de aliarse al precandidato que le parezca sin dejarse manipular en el asunto municipal. Sólo un PLD cohesionado monolíticamente podría dar la batalla para que Río San Juan algunas vez cuente con autoridades que hagan las transformaciones que este municipio se merece como digno de mejor suerte.