Cabrera.- Interminables horas de angustias sufrieron la noche del lunes unos 46 viajeros que trataron de llegar enn una yola hacia Puerto Rico luego que la embarcación en la que zarparon desde Nagua naufragara en embravecidas aguas del océano Atlántico, en las costas de este municipio.
Los viajeros, en su mayoría de Nagua, habrían salido con destino a Puerto Rico pasadas las cinco de la madrugada del domingo, pero debido a un mal tiempo que se presentó, el capitán de la embarcación de fabricación rudimentaria, decidió dejarlos abandonados, a unas 10 millas de la playa, específicamente entre las localidades de Los Cabos de Cabrera y Cabo Francés Viejo.
Luego de más de cuatro horas varados, enviando señal de auxilio, los frustrados viajeros fueron contactados por un helicóptero del Ministerio de Defensa, que luego envió un lancha de la Marina de Guerra a su rescate pasadas las 3:00 de la madrugada de este martes. Los náufragos, 46 en total, en su mayoría mujeres, incluyendo dos embarazadas, fueron trasladados al puerto de Samaná.
Los primeros informes llegaron a eso de las 8:36 de la noche, cuando la Policía de Cabrera recibió una llamada de un ciudadano de San Francisco de Macorís donde le informó que un hermano de él se encontraba en una embarcación que andaba al garete porque se le había dañado un motor a más de 10 millas frente al malecón de Cabrera, el cual se proponía viajar a Puerto Rico. Y casi de manera simultánea, algunos de los náufragos, una mujer identificada como Carmen y un hombre que decía llamarse Elvin, se pusieron en contacto con emisoras de radio y televisión tanto de Nagua como de Cabrera, pidiendo auxilio. “Que envíen una lancha, un helicóptero o lo que sea con el fin de que nos salven la vida”, gritaban.
Según informes no oficiales, inmediatamente, tanto la Marina como la Policía local solicitaron apoyo a la marina de Samaná y a las 2 de la madrugada se inició el rescate. El gobernador de la provincia María Trinidad Sánchez, Francisco Peña, se dirigió también a la zona, gestionando con la Armada para que dispusiera la búsqueda de los viajeros de la frágil embarcación.
Versiones de algunos testigos cuentan que durante las horas de angustias, familiares de algunos tripulantes desesperados ofrecieron dinero a algunos buzos tanto de Cabrera como de Río San Juan, para que fueran al rescate, pero que estos se negaron diciendo que era imposible porque había mal tiempo y que sus botes eran muy frágiles.
Esta mañana, Daniel de la Rosa, relacionista público de la Marina, informó que la institución ofrecerá una rueda de prensa en horas de la tarde para dar más detalles sobre la odisea y el rescate.