Río San Juan.- El pasado domingo 16 de este mismo mes me dirigí junto mi madre Lucía Bonilla, desde Río San Juan hasta el santuario de La Virgen de la Piedra, ubicado en la autopista Cabrera-Nagua, específicamente en el poblado de la comunidad El Diamante. Al llegar al lugar, siendo las 11:00 am, nos encontramos con una familia a esperas de que dicho santuario abriera sus puertas, a pesar de que el horario muy bien dice que es de 8:00 am a 5:00 pm todos los días.
Según la información que nos ofreció un vecino, en esos momentos, el encargado del santuario de La Virgen de la Piedra, se encontraba almorzando, declaraciones estas que molestaron a muchas otras personas que llegaron de otros lugares a darle gracias a la virgen, y que al encontrar dicho lugar cerrado, no les quedó más que marcharse a su pueblo de origen. Aseguraron ser fieles creyentes y visitantes este lugar sagrado, y que en todo el tiempo que tienen de conocer, nunca habían encontrado las puertas cerradas.
Pasada media hora, llegó el joven responsable de cuidar el templo, alegando que había cerrado las puertas de allí por orden del sacerdote de la iglesia de la comunidad La Entrada, ya que se encontraba en un retiro en una de las comunidades cercanas, El Bretón, para que este cumpliera con una enmienda para el mismo párroco. Pero no nos quedó muy claro, ya que para poder abrir dicha puerta, hubo que romper el candado porque el joven aseguró que las llaves las había dejado dentro y que era imposible que entráramos, a lo que la misma persona que nos dio la información del paradero de este joven, procedió a buscar un martillo y romper el candado. Fue así como los que decimos esperar y pasar por este desagradable momento, logramos dar gracias a la Virgen de la Piedra.
Pareciera mentira ver en lo que han convertido este templo. Lo que antes era una capilla de tres paredes para adorar, cumplir promesas y pedir favores, hoy día parece un mercado. En las afueras hay una librería que lleva el mismo nombre del santuario; dentro del templo aparece una caja con un letrero, justo en las escalinatas para ir a adorar la virgen, que dice: (cooperación para la construcción de la Virgen de la Piedra), algo de muy mal gusto y que debe tener unos diez años o más, desde que se inició la construcción del templo, parte atrás.
Pero lo que da más lástima es ver el estado de deterioro en que está el letrero que indica el lugar de adoración. Da pena cómo para construir un negocio aparece dinero en la misma entrada, y para reparar este letrero, se hacen de la vista gorda, lo mismo que, un lugar para las personas sentirte en paz contigo mismo, no debería ni siquiera tener puertas, ni todos esos letreros, ni hacer de ello un negocio, porque La Virgen de la Piedra, ese lugar tan santo, está perdiendo la esencia que le conocí cuando apenas tenía yo cuatro años.
La Virgen de la Piedra, según nos relata la historia, existen dos leyendas locales que la remiten, una a 1918, y otra a 1925. En la primera, se dice que el señor Adolfo Torres compró una imagen de la Virgen de las Mercedes para que fuera venerada en la localidad de Arroyo Salado. Cuando de camino le sorprendió el aguacero a la procesión que traía la imagen, se guarecieron en una cueva y se llevaron la sorpresa de que allí se estaba formando una virgen que fue creciendo poco a poco hasta alcanzar el tamaño actual.
Otra leyenda dice que la escultura fue hallada en 1925 por el señor Esteban Luzón, que tenía sed y se encontró con un chorrito de agua que brotaba de los pies de una virgen, imagen esta que fue esculpida hace ya más de veinte años y que aún se conserva intacta.
Ojalá que, si alguien de las cercanías a la Virgen de la Piedra, ve esta denuncia, se haga eco de ella y se lo comunique al sacerdote encargado de esa zona, porque ese día fui yo quien se llevo esta mala impresión, mañana podría ser alguien más.