Dionisio fue un tirano de Siracusa (Sicilia), que gobernó en el siglo IV a.c, caracterizándose por su extremo poder y actitud sanguinaria. Fue un rey que gozo de todos los privilegios y facilidades, rodeado de lujos, comodidades y las mas bellas mujeres.
En su corte había un cortesano de nombre Damocles, quien se caracterizaba por tener una mentalidad de extrema ambición, caracterizándose en especial por su envidia a los lujos y comodidades del rey Dionisio. En cada momento y circunstancia su tema principal era hablar sobre la vida augusta que ostentaba el tirano.
Dionisio al enterarse de los continuos comentarios del cortesano, lo mandó a buscar y le hizo una propuesta que consistía en que por un día intercambiaran sus roles, para que de esa manera, Damocles disfrutara de sus lujos, privilegios y hasta de sus mujeres, a lo cual de manera inmediata accedió el cortesano.
Esta leyenda cuentan que fue narrada por Timeo de Touromenio, quien nos dice que al momento de producirse el cambio de roles, Damocles disfrutaba de un gran banquete, con Dionisio y toda la corte a su servicio. Pero al momento de estar llegando a su final la cena, éste mira hacia arriba y alcanza a ver una espada que marcaba directamente a su cabeza y que sólo la sostenía un pelo de crin de caballo.
Ante esta situación Damocles entra en un estado de pánico y con gran nerviosismo le pide a Dionisio que por favor le permita retirarse de ese lugar, que ya no le interesaba continuar disfrutando de esa vida ni sus privilegios, que prefería volver a ser un simple cortesano, porque no podía seguir disfrutando ante tan inminente amenaza de muerte.
En realidad en nuestros tiempos cuando nos referimos a la espada de Damocles, estamos haciendo alusión a una metáfora que nos indica el inminente peligro y el precio que se paga por el poder, a su fragilidad y la inseguridad en que viven aquellos que lo ostentan. Pero al mismo tiempo también nos dice el papel del envidioso, que no tiene paz por el éxito ajeno, pero tampoco tiene la más mínima idea, de como se desenvuelven las cosas en ese mundo tan anhelado, difícil y complicado.
En conclusión entiendo que lo más pertinente es vivir nuestra propia vida, sin odios ni envidia, para que no tengamos que vernos siendo parte de la leyenda de la espada de Damocles.