Río San Juan.- Las autoridades detuvieron este martes para fines de investigación al seguridad de la sucursal del Banco Agrícolas en este municipio, donde ayer lunes fue encontrado muerto en el baño, con un tiro de escopeta, el joven Jesús Alfredo Bonilla, de 23 años, quien se desempeñaba como cajero de la entidad.
El Ministerio Público y el departamento de investigación de la Policia iniciaron el proceso de investigación sobre el caso de Bonilla, y según explicó la vocero de la Policía en San Francisco de Macorís, el joven se dio el tiro con la escopeta propiedad de la referida entidad.
Dijo que al ser consultado el seguridad, a quien no identificó, éste manifestó que había dejado el arma, una escopeta calibre 12, en el cuarto de utilería y momentos después el occiso tomó el arma y se hizo el disparo que le costó la vida.
Según el médico legista actuante en el caso, Colón, como era conocido entre los suyos, murió a causa de heridas de perdigones en el área facial con entrada anterior y salida posterior, por el disparo que se hizo él mismo. Se desconocen los motivos que lo llevaron a esta fatal decisión.
Compañeros deportistas lamentan su muerte
Esta tarde, amigos e integrantes del equipo de softbol Los Compadres, para el cual jugaba el joven, lamentaban su muerte mientras vestidos con su uniforme esperaban frente a la que fue residencia en la calle Padre Billini por la llegada de su cadáver el cual fue enviado al Instituto de Patología Forense en Santiago, para los fines correspondientes, y al caer la tarde no había sido entregado a sus familiares para su sepultura.
“Estamos destrozados, hemos perdido un gran ser humano. A pesar de su juventud, su actuación era de un hombre maduro”, dijo Luis Hernández, manager del equipo, sobre la tragedia que ha conmocionado a todo el pueblo.
El sepelio

Después de una larga espera, el ataúd con el cadáver de Bonilla llegó a la que fuera su residencia en la calle Padre Billini pasadas la 5:00 de la tarde, y así, tan fugaz como ocurrió su muerte, permaneció allí pocos minutos, para ser llevado a la iglesia San Francisco de Asís, donde se le hizo una pequeña misa de cuerpo presente, para luego pasarlo por el estadio Garabato Sackie que tanto lo vio sonreir y hacer sus mejores jugadas junto a sus compañeros, tanto de equipo Los Compadres como de Los Típicos, quienes en triste caravana lo escoltaron hasta su última morada, el cementerio municipal.