Río San Juan. A pesar de que se encuentran hacinados en una pequeña casucha en franco deterioro levantada en un terreno prestado, el avance educativo de un centenar de niño de la escuela primaria "Rosa Ventura”, ubicada en el barrio "La Tierra", se ha convertido en el mejor ejemplo de que cuando se quiere se puede.
La escuela lleva 8 años funcionando en un “plantel”, si podría llamar así, levantado en terrenos prestados desde que el centro fuera trasladado de la Hozadera, a espera de que el Instituto Agrario Dominicano (IAD) le entregue el título de unos terrenos valdíos ubicados al lado de donde funciona en la actualidad, para su construcción y final ubicación.
Sin embargo, la precariedad palpable del local y el hacinamiento en el que se encuentran los estudiantes, todos menores de 12 años, no ha impedido a su director y tres profesores impartir el pan de la enseñanza.
Jesús Rosa es el director y también imparte docencia a los alumnos que llegan de lugares tan lejanos como Laguna de Yerba, El Tablón y Los Cacaos. Junto a sus maestros se las arreglan para dar seis cursos o tandas diariamente. Desde el curso de iniciación, que se implementó el año pasado, hasta el quinto grado que fue creado este año.
"A pesar de la precariedad, en esta escuela nos preocupamos para que los estudios de los niños no sean una carga económica para sus padre, quienes en su totalidad son familias pobres o muy pobres", narró Rosa, quien con mucho orgullo señaló los logros que ha conseguido para sus estudiantes, faltos de todo, menos de educación.
"Aquí le conseguimos hasta los uniformes si sus padres no pueden comprarlos. Por eso es obligatorio asistir uniformados", destacó el docente. "Lápiz, cuadernos y libros no le faltan, todo se lo facilitamos", continuó diciendo. "Además, esta escuela está en el progama del desayuno escolar patrocinado diariamente por el gobierno", dijo.
Según narró el director Rosa, el local donde actualmente funciona la escuela se construyó con la ayuda del ayuntamiento y del síndico anterior, Francisco Duarte. Luego se hizo un anexo, pero ya es imposible ampliar, por lo irregular del terreno. Además cada año crece el número de estudiantes, por lo que es necesario la contrucción de una nueva escuela.
A pesar de estar en la ladera de una loma y al orilla de una curva en la carretera, para el profesor Rosa este no es el mayor peligro que enfrentan estudiantes y profesores del plantel. " A lo que siempre le temo es al brote de una enfermedad contagiosa en alguno de los estudiantes y que llegue a convertirse en una epidemia, porque aquí todos estamos apretujados por ser un espacio tan pequeño", reveló.
Rosa confesó que lo que le entristese es que por intereses politicos entre algunos sectores del pueblo, se mantiene un impase para la construcción de la escuela, lo que podría privar la educación y desarrollo a cientos de niños.
"Para entender el tranque hay que trasladarse a finales del gobierno del PRD, cuando se construyeron varias casas a la entrada de La Tierra, que fueron entregadas a sus seguidores y se dejó un terreno de casi 15 mil metros, donde se planeó usar 10 mil metros para la construcción de la escuela, pero al llegar el PLD al poder, sus seguidores, que no tocaron casas, se repartieron el terreno", dijo.
Rosa reveló que para colmo, al parecer uno de los invasores ha encontrado un buen padrino que hasta ahora ha impedido que el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD) entregue el título del terreno a la Secretaría de Educación para la construcción de la escuela que tanta falta le hace a este empobrecido sector de Río San Juan.