El psicópata es un ente narcisista, que no siente ninguna empatía hacia el sufrimiento ajeno, tampoco experimenta remordimientos, tiene un alto nivel de inteligencia, que le permite manipular a todo su entorno. No siente dolor psicológico, es reincidente y su trastorno no tiene cura, por lo que tiene una gran capacidad para modificar su manera de actuar si le conviene, desde una óptica egoísta.
La psicopatía es un desorden cerebral, por lo que es tratada como una enfermedad mental, que según estudios científicos, está condicionada por factores neurobiólogicos. El psicópata no tiene ninguna respuesta al miedo, por lo que se considera que está asociada a disfunciones en una parte del cerebro, llamada amígdala, que es la responsable de las emociones.
Un estudio que se realizó con niños menores de 3 años, los que tenían una predisposición autónoma al miedo, después de 20 años, se comprobó que esos niños ya adultos tenían una predisposición a la criminalidad adulta. Por lo que se llegó a la conclusión, que esa predisposición no estaba explicada por factores sociales, de género o raza, sino por un asunto GENÉTICO.
Estudios recientes indican que sólo con una resonancia magnética se puede diagnosticar un psicópata, porque por sus grandes habilidades puede siempre mentir, engañando a todos, pero no puede modificar su actividad cerebral ante un escáner. Por esa razón podemos convivir con psicópatas, sin nunca sospechar que tienen este trastorno.
La psicopatía no es un diagnóstico oficial, sino que se les considera del espectro del Trastorno de la Personalidad Antisocial-TPA-, los cuales en sentido general, tienen un patrón de manipulación y violación a la forma de vida de los demás. Hay mucha confusión ante lo que es el TPA, ya que por lo general se entiende que un antisocial, es una persona tímida, reservada, introvertida y solitario.
Todo lo contrario, los personas como el trastorno del TPA, entre los que están los sociópatas y psicópatas, son personas que están siempre en contra de la sociedad y de todas sus reglas. Por eso los antisociales se confunden con los psicópatas, pero en realidad no es la misma situación. Por ejemplo en una cárcel se hizo un estudio y el 75% tenía el TPA, pero sólo un 15% eran psicópatas.
También tenemos que se confunde con la psicopatía, los que tienen el Trastorno negativista desafiante, que actúan de manera irreverente y provocadora, ante familiares, maestros o médicos. Aunque son muy difíciles y controversiales, no llegan como los del Trastorno Antisocial a ser parte de la psicopatía, porque no tienen esa predisposición genética, nacida de un desorden cerebral.
Los psicópatas se caracterizan en sentido general, por tener un comportamiento social irresponsable, ignorar o violar los derechos de los demás, por su incapacidad de distinguir lo correcto de lo incorrecto y dificultad para sentir remordimientos o empatía. Son dados a mentir, manipular y tener problemas recurrentes con la ley.
La psicopatía empieza a dar síntomas a las 15 años, aunque en ocasiones pueden aparecer a los 11 años, pero su diagnóstico no puede ser antes de los 18 años. La gran mayoría son hombres, siendo muy pocos los casos de mujeres. Se considera que después de los 22 años es cuando más se intensifica, comenzando a bajar su nivel después de los 50 años.
Los estudiosos de este trastorno consideran, que los psicópatas son depredadores infernales e imposibles de tratar, ya que su violencia es planeada, decidida y carente de emociones. Se entiende que tienen un sistema nervioso autónomo bajo y carecen de ansiedad, por eso son fríos ante el peligro, porque sólo los motiva el control y la dominación.
El psicópata tiene una tendencia al sadismo y su falta de miedo es su característica prototípica. Siempre tienen una actitud pretenciosa y un apetito insaciable para lograr sus propósitos. Por eso en los cuerpos élites de combate siempre ha habido muchos psicópatas, buscando fama, reconocimiento y medallas, para coronar su narcisismo, que los lleva a considerarse por encima de todo ser viviente.
Un ejemplo de este tipo de psicópata fue el francés, Manfred Von Richthofen, mejor conocido como el Barón Rojo. Quien según sus compañeros era un psicópata, que jamás experimentó el miedo y que tenía una clara tendencia al suicidio. En la Primera Guerra Mundial, dirigió 58 misiones con éxito, derribando 80 aviones, algo jamás superado por nadie. Murió en combate en 1918 a los 25 años.
Hay varios sub-tipos de psicópatas, entre ellos el PRIMARIO, que no responde al castigo, a la tensión, ni a la desaprobación. El SECUNDARIO, es el arriesgado, audaz, un guerrero propenso a las aventuras y nada convencional, pero que son proclives a reaccionar a situaciones de estrés. Tenemos el DESCONTROLADO, que son los que pueden enfadarse o enloquecer a diferencia de los otros sub-tipos. Son increíblemente fuertes y con una tendencia a los impulsos sexuales, que los lleva a convertirse en violadores constantes.
Por último tenemos el CARISMÁTICO. Considero que es el más peligroso de todos, ya que por su alto nivel de inteligencia, tiene mayor capacidad de manipulación y control. Son mentirosos, atractivos y embaucadores, que pueden llevar a sus víctimas a niveles que abandonen todo lo que poseen, incluyendo sus vidas. Tienen un talento especial y una capacidad demoníaca para persuadir a otros, llegando por lo general a ser líderes religiosos o de alguna secta.
Después de leer éste artículo, sería oportuno que usted observara si en su entorno hay algún PSICÓPATA.


 
  
                        
                        
                        
                    

