Años de gloria engalanaron al único carnaval marino de toda República Dominicana y del Caribe. Las mejores orquestas se daban cita en un majestuoso escenario regalo de la naturaleza. Pero cuando las dificultades asediaron al Carnavarengue y creció la sobra en torno a esta festividad, sus dolientes, las columnas principales, sostuvieron con manos de amor, perseverancia, entrega y fe a este que es el patrimonio cultural de Río San Juan.
Por ello, en el marco de la celebración del carnaval marino, es más que necesario hacer mención de honor a ese comité organizador que se mantuvo en los años dorados y más aún en los momentos duros del Carnavarengue, esos que siempre daban la cara.
Honorable Comité Organizador de Carnavarengue: Fidelina José, Jacobo González, Domingo de León, Evelyn Báez, Persio Checo, Alberto Alonzo, Miguel David Falette, Daisy Nicolás. ¡Gracias por haber llevado a Carnavarengue hasta lo más alto, pero sobre todo haberlo mantenido en medio de las sombras! Con valentía y gallardía. Gracias al trabajo de cada uno de ustedes, dominicanos y extranjeros conocen de un llamado carnaval, único y marino que se celebra en medio de un hermoso manantial rodeado de manglares y de frondosos Gri-Grís, y donde las especies marinas cobran vida en las vistosas caretas y trajes de fantasía confeccionados por talentosas manos riosanjuaneras.
Muchos no fueron capaces de valorar, ni percibir lo que estas personalidades buscaban, pese a las limitaciones, que el evento no dejara de celebrarse y con ello se perdiera la tradición que por décadas llevaba celebrándose, una tradición que ha dado a Río San Juan una identidad cultural por más de 20 años, y que sin dudar es el mayor legado que han podido dejar a la sociedad riosanjuanera y un orgullo que, finalmente esperamos ver convertido en patrimonio cultural.
También dejar plasmado en este escrito algunos nombres de esos que trabajaban tras bastidores y que tampoco abandonaron el barco: Pantaleón Espinal, Mercedes Fernández, Marilyn Jiménez, Bobó. De seguro faltan muchos más nombres, pero son las caras que tengo más frescas en mi memoria y que siempre recuerdo haber visto dispuestas, aguantando, trabajando para que el evento se mantuviera muy por encima de las duras críticas y comentarios malsanos que buscaban desanimar la buena disposición de un conjunto de personas que afanaron sin búsqueda de lucro alguno.
Esta mención llega tarde para la gran mayoría que formó parte del comité, pero a tiempo para aquellos que todavía siguen con nosotros y que, quizá, lleguen a leer estas breves y simples líneas de admiración y gratitud, Jacobo González, Evelyn Báez, Persio Checo, Daisy Nicolás.
A ellos y a todo aquel que formó parte de la historia de Carnavarengue, ¡GRACIAS por perseverar!
Una nueva etapa de Carnavarengue se reescribe y auguramos todo lo mejor a quienes se han sumado para continuar llevando las riendas del más significativo acto de amor por la cultura, la fantasía, la flor y la fauna marina del rincón de la costa verde, que desde 1997 dio origen al carnaval de los Carnamares.