ESPERANZA.- Una madre y su hijo de tres años se encuentran ingresados en estado muy delicado, por quemaduras de segundo y tercer grado, luego de que su expareja y también padre del infante, le prendiera fuego a la vivienda de ambos, en un hecho ocurrido en este municipio de la provincia Valverde.
Era las 6:37 de la mañana del pasado miércoles 24 cuando Belkys de los Santos Merán, de 40 años, fue sorprendida por su expareja Domingo Bautista de la Rosa, de 33 años, quien entró a la vivienda del sector San José, donde vivían la mujer y su hijo, con un galón de gasolina.
Al abrir la puerta, el hombre le roció gasolina en todo su cuerpo y la prendió en llama, ella desesperaba, ya que el fuego cubría todo su cuerpo, huyó a la habitación donde estaba el hijo de ambos, allí la cama donde se encontraba el niño se encendió.
Vecinos acudieron ante los gritos
Los gritos de Belkys pudieron alertar a los vecinos más cercanos, quienes acudieron a socorrerla; el hombre escapó luego de cometer el horrendo hecho, mientras que el niño sufrió serias quemaduras en sus dos piernas y su madre resultó con quemaduras en un 70 % de su cuerpo, lo que los mantienen ingresados en diferentes unidades de quemados.
Yani de los Santos, una de las hijas de De los Santos y hermana del menor, agregó que el infante presenta quemaduras en sus piernas y el resto del cuerpo, por lo que será intervenido quirúrgicamente la mañana de hoy lunes.
El niño se encuentra ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Infantil Regional Universitario “Doctor Arturo Grullón”, en Santiago.
Mientras que madre del niño, fue referida un centro especializado en quemaduras en Santo Domingo, donde se debate entre la vida y la muerte a causa de las quemaduras.
De los Santos informó que Domingo Bautista de la Rosa, tenía orden de alejamiento tras el constante hostigamiento contra la dama.
Salvador Antonio de los Santos, padre de la víctima, dijo que su hija había interpuesto múltiples querellas, por las constantes agresiones a la que la dama era sometida. Sin embargo, dice que nunca hicieron caso, hasta que ocurrió la tragedia que casi le cuesta la vida.
Tras cometer el hecho, De la Rosa viajó a la ciudad de Santiago y se entregó ante la dirección Cibao Central de la Policía Nacional.