El reto ha sido asumido.
Apenas estamos a cuestión de horas para que prevalezca la verdad ante las utopías y las mentiras cacareadas por los diferentes puntos de la geografía nacional.
El persistente y ensordecedor perifoneo terminará honrando el silencio para que vuelva a ser realidad, temporalmente, el saludable sosiego y la deseada calma colectiva.
Es el momento de honrar y preservar la democracia con la escogencia crítica precedida por la disciplina y el orden, tal como lo exige la Patria de todos.
Vayamos a las urnas con la dignidad y la solemnidad que reclama un templo donde se realiza el culto sagrado y donde estamos compelidos a enaltecer una nación heroica caribeña y exhibir con orgullo el paño tricolor sacrosanto.
No existe razón para la evasiva irresponsable, sujeta al alegato vaporoso, que en nada contribuye al fortalecimiento institucional del país y a la pluralidad de los pensamientos sustentados en la tolerancia, el respeto y la convivencia social abrazada al derecho y la libertad de expresión.
La convocatoria a la elección es abierta y no puede ser postergada.
Participemos guiados por el hermoso ideal, el ejemplarizante accionar y la majestuosa obra patriótica de nuestros forjadores de la soberanía nacional.
Es hora de castigar las falsedades, los engaños y las ficciones seleccionando a aquellos que, real y efectivamente, han dado notaciones de un genuino compromiso con el engrandecimiento y el fortalecimiento de la nación dominicana, proyectando un modelo de vida apoyado en la transparencia y la credibilidad, alejada del vedetismo, la cosmetología y la teatralidad.
Concurramos en orden al certamen electoral, preservando la paz, ceñidos al principio de que cumplimos con un derecho que nos ha costado mucha sangre y dolor, al tiempo que un deber, como parte de la responsabilidad ciudadana.
Elijamos las propuestas electorales y el partido de nuestra preferencia conforme a lo que dictan los mandatos de la conciencia, sin emotividad ni pasiones.
Por la Patria, por ti y los tuyos, acudamos puntual, temprano, la nación de Duarte y los Trinitarios, el fortalecimiento de la democracia, nos llama…
Allá nos vemos… Llegó la hora…!!