El Trastorno de la personalidad antisocial( TPA), es un trastorno mental caracterizado por un patrón de desprecio y violación a los derechos de los demás. Estas personas afectadas por ese trastorno, tienen dificultades para adaptarse a las normas sociales, con un comportamiento manipulador e irresponsable.
Carecen de empatía, no se preocupan por los sentimientos de los demás, no cumplen con las reglas y normas sociales, actuando con impulsividad sin importar las consecuencias de sus acciones. Son manipuladores que tienen siempre por norma el engaño y además no sienten ningún remordimiento por el daño que puedan ocasionar.
Es importante destacar que no todas las personas con comportamiento antisocial desarrollan el TPA, por lo que para un diagnóstico certero, se amerita de una evaluación completa de un profesional del área. Su tratamiento conlleva medicamentos y terapia cognitivo-conductual, siendo lo más complicado, que estas personas jamás llegan a reconocer que padecen de ese desorden mental.
La psicopatía y sociopatía se consideran las formas más graves del TPA, por lo que muchas veces se confunde su diagnóstico, ya que necesariamente una persona con el Trastorno de la Personalidad Antisocial, no es un psicópata ni un sociópata. Por ejemplo, en una cárcel de Estados Unidos se hizo un estudio y el 75% tenía el TPA, pero sólo el 15% eran psicópatas.
Las personas con el Trastorno Antisocial, en sentido general, tienen una conducta de manipulación, violación a la vida de los demás, a sus derechos y elección de movilidad social. A menudo este trastorno se confunde también, con personas tímidas, reservadas, introvertidas y solitarias.
El TPA también se confunde con los que padecen el Trastorno Negativista Desafiante (TND), que actúan de manera irreverente y provocadora, ante familiares, maestros, médicos etc. aunque son muy difíciles y controversiales, pero no llegan como los del TPA a ser parte de la psicopatía, porque no tienen esa predisposición genética, nacida de un desorden cerebral.
El Trastorno negativista desafiante se manifiesta en la niñez y la adolescencia, caracterizándose por un comportamiento negativo, desafiante, hostil y desobediente hacia figuras de autoridad, como padres y maestros.
Los principales síntomas del TND son irritabilidad, rabietas, explosiones de ira, desafío activo y pasivo a las reglas y solicitudes de adultos. También niegan su responsabilidad por el comportamiento inapropiado y tienden a culpar a otros por sus problemas o errores, siendo extremadamente sensibles a la crítica.
Es indiscutible que la mayoría de personas con estos trastornos, jamás son diagnosticados, sea por ignorancia o por irresponsabilidad. Por experiencia sabemos que algo no anda bien en esas personas, pero siempre el calificativo es que es un "raro" o "inadaptado".
Lo que si entiendo es que en la medida que hay un diagnóstico apropiado y a tiempo, se hace más fácil lidiar con el trastorno, tomando las medidas de lugar para evitar que puedan hacer daño a los familiares y convertirse en un peligro para la sociedad. Para el TPA, como para el TND, como para Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), hay medicamentos y terapia conductual.
En la próxima entrega me referiré a la parte más peligrosa del Trastorno de la Personalidad Antisocial, me refiero a la psicopatía.