Santo Domingo.- En la cuarta predica del Sermón de las Siete Palabras, la iglesia católica criticó el Sistema de Salud alegando que las personas de escasos recursos económicos no tienen acceso a los servicios básicos.
Además, cuestionó el abandono de los políticos que se dedican a enriquecerse con los bienes del pueblo”.
“Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»: ante los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años nos venden esperanzas de cambios; los cuales se quedan en promesa”, señaló durante su intervención Sor Trinidad Ayala.
Sor Trinidad Ayala, la coordinadora general de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, quien tuvo la cuarta palabra indicó que “ante el sistema excluyente de la salud, el cual hace que los más pobres se le haga imposible tener acceso adecuado de salud y medicamentos, además el costos de los medicamentos, tratamientos en enfermedades comunes y terminales”.
Asimismo, resaltó catalogó el alto costo de la canasta familiar, como de “abusivo”, razón por la que la “masa pobre tenga que hacer malabares para salir a flote mes tras mes”, sostuvo.
Trinidad Ayala también reclamó la violencia y ola de delincuencia que arropa la sociedad “cuantos de aquí presentes o que nos siguen mediante los medios de comunicación les han atracado o a cuantos de los que conocemos han sufrido esta problemática”.
Ataca la delincuencia y a políticos que “venden esperanzas de cambios”
Arremetió contra los políticos corruptos, que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años venden esperanzas de cambios, que se quedan en promesas.
Asimismo, la indiferencia de las autoridades ante el deterioro de la salud mental y “ver como se hacen de la vista gorda y sentencian de manera injusta a nuestros hermanos a la indigencia, la indiferencia y en ocasiones hasta la muerte”.
“Ante la globalización de la indiferencia que nuestro papa Francisco nos denuncia como el peor mal de la humanidad hoy en día: donde nosotros mismos nos hemos convertido en mirones en el calvario los cuales nos da lo mismo los sufrimientos de nuestros hermanos más cercanos. • «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”, expresó la Coordinadora de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Asimismo, mencionó los atracos y ola de delincuencia.
“¿A cuántos de los aquí presentes o nos siguen mediante los medios de comunicación, no lo han atracado, o a cuántos que conocemos? ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”, indicó.
El maltrato contra la mujer de hombres abusivos, infieles y que derrochan el poco dinero que tienen en borracheras y “luego la golpea inmisericordemente delante de sus hijos, los cuales ante el ejemplo en el hogar se convierten en delincuentes que castigan a las personas que día a día salen a ganarse el pan honradamente”.