Desde hace mucho tiempo establecí que una alianza entre el PLD y la FP era una quimera, lo cual puede comprobarse leyendo todos los artículos que he publicado en esa dirección. Esto me llevó a crear una frase que fue objeto de muchas discusiones con amigos y analistas políticos, que entendían estaba equivocado. La frase fue la siguiente: “No es posible ser aliado y rival al mismo tiempo”.

Mi fundamento era que para analizar cualquier situación política o de cualquier índole, hay que ir a los orígenes que la provocaron. En este caso las causas son muy poderosas, comenzando por la violación del pacto de los 16 puntos del 2015 y por otro lado la alianza de FP con el PRM para impedir la modificación constitucional que eliminaría el nunca jamás y permitiría la reelección de Danilo Medina.

Las acusaciones con graves epítetos, insultos y descalificaciones después de la separación de los líderes del PLD, es algo que todavía está muy fresco en la mente de todo ser viviente vinculado al quehacer político. En esas condiciones hablar de unidad es simplemente un manejo para evitar males peores.

Cuando se produjo el anuncio de RESCATE RD, el PLD estaba pasando por un desangramiento hacia la FP, que estaba aumentado significativamente la simpatía de Leonel Fernández. Con una estrategia genial, Danilo con el anuncio del pacto, detiene la hemorragia del PLD  y frisa el crecimiento de Leonel. Ya los peledeistas no tenían razón para emigrar, porque la alianza los hacía ver que daba lo mismo estar en cualquiera de las dos organizaciones, PLD o FP.

Los resultados están a la vista, el gran ganador de esa alianza fue Danilo Medina, demostrado en las elecciones municipales, donde el PLD sacó más de 300 mil votos por encima de la FP. El entorno y los asesores de Leonel, no hicieron buenos cálculos, permitiendo que este fuera víctima, como dicen en el refrán popular, de una infantil encerrona política.

De nuevo por la presión de las bases de ambas organizaciones, ante el desastre de las municipales, se anuncia un encuentro histórico para sellar la unidad de RESCATE RD. Encuentro que resultó lastimoso, comenzando porque el vocero para anunciarlo fue Miguel Vargas, en empresario de la política, con una gran tasa de rechazo en la sociedad y con menos de un 1% de simpatía electoral.

Este fue un encuentro insulso y opaco, donde no se presentó nada nuevo, con ausencia notoria de entusiasmo y motivación, que más que un acto político, daba la impresión de ser un simple cumplido. Lo que quiso presentarse como algo trascendental, me refiero al abrazo de Leonel y Danilo, al final de cuentas fue recibido como algo no relevante por la sociedad.

  La desilusión, el desencanto y la frustración de las bases de ambas entidades, de inmediato se ha comenzado a manifestar con nuevas hemorragias, principalmente en el PLD.  En verdad lo que esperaban las bases de esos partidos, era una alianza total, con un candidato único, que llevara cierto nivel de esperanza a sus militancias.

En esta segunda etapa de RESCATE RD, soy de opinión que aunque ambas organizaciones salieron afectadas negativamente, el gran perdedor será el PLD, ya que Leonel se perfila, que superará en votos a Abel Martínez. En este caso el expresidente vencería a Danilo, colocándose como el principal líder de la oposición.

Al parecer Leonel aprendió de la  experiencia negativa para la FP en la primera etapa del pacto, por lo que estratégicamente aceptó que fueran separados a las elecciones de mayo. Eso le garantiza que el 75% de los peledeistas como indican las últimas mediciones votaría en la casilla de la FP por su candidatura.                                                              

ponociendo a Danilo Medina, un fino estratega que todo lo hace en base a cálculos, creo que él sabe lo que significa esa alianza separada de los candidatos y de cómo afectará al PLD en la votación de mayo. Por eso guardo mi reserva, que me lleva a a tener un gran escepticismo, sobre las reales intenciones del sultán del sur.

Soy de opinión que ante los resultados no favorables que se presagian sobre el PLD en mayo, Danilo siempre tendrá a su favor el argumento de que el perdedor fue el candidato no el partido. Siempre podrá establecer que en las municipales, el PLD con sus más de 800 mil votos, expresó su fortalece partidaria, lo cual no pudo garantizar en las urnas el candidato presidencial.

Al margen de esta lucha feroz que se desarrolla en un escenario aparentemente no visible, entre Danilo y Leonel, lo  que está definido es que Abinader ganará en primera vuelta con un amplio margen. A partir de esta premisa es que se desarrollarán todas las estrategias, no ya pensando en el 2024, sino en el 2028.

De manera simple todo esto nos infiere, que mientras Danilo y Leonel navegan sobre la famosa ley del ojo por ojo, Abinader marca sin obstáculos ni escollos su camino hacia una cómoda reelección en mayo del 2024.