Río San Juan.- Sesenta y cuatro kilómetros separan a Nagua de su hogar en Río San Juan; un trayecto que de ida y vuelta se convierte en 128, en carretera en malas condiciones y vehículos del transporte público destartalados, haciéndolo tediosamente difícil, y más si tienes que recorrerlos 52 veces al año, que multiplicados por 4 suman 208 días de continuo sacrificio. Sin embargo, eso no fue obstáculo para que consiguiera su grado Summa Cum Laude, el más alto honor de la alta casa de estudios, y el que solo 8 estudiantes lograron.
Hoy Río San Juan tiene un nuevo profesional del Derecho, el licenciado Alexander Vladimir Alonzo Tavárez, quien formó parte de los 750 nuevos profesionales que la Universidad Abierta para Adultos (UAPA), entregó al país en su Cuadragésima Tercera Graduación Ordinaria celebrada el pasado viernes 20 de marzo en su Recinto Cibao Oriental Nagua.

El rector y fundador de UAPA, Ángel Hernández entrega su título de licenciado en Derechoa a Vladimir Alonzo, durante el acto de graduación del pasado Viernes en el recinto de Nagua.
Es un joven que con sólo 24 años ha sabido tesoneramente campear difíciles caminos para lograr su objetivo. Como tantos jóvenes pobres, sus estudios los tuvo que pagar con su propio esfuerzo, pues dice, aprovechó que desde pequeño aprendió de computadoras y de idiomas por mi propia cuenta, lo cual le abrió puertas para algunos empleos. Para costarse la carrera trabajó como recepcionista de hotel y auditor nocturno; o sea, de 11 de la noche a 7 de la mañana, para luego partir hacia la universidad.
“La carga fue muy pesada y llegué a verme en 40 libras por debajo de mi peso, pero gracias a Dios y a la determinación con la que asumí mi carrera, mi rendimiento académico lejos de descender, ascendía más y más” , narra con satisfacción. A eso hay que agregarle que el horario universitario era de domingo, un día que habitualmente la gente toma para fiestar, pero como él tenía que trabajar de lunes a sábado para poder costear sus estudios, el domingo fue el día apropiado para su escuela. “Pero no me pesaba, al contrario lo disfrutaba, porque amo el derecho y tengo la palabra progreso tatuada en la mente”, afirma.
¿Ahora, qué lo llevó a esa decisión? Quizás su paso por la academia de la Armada Dominicana, la cual, tras dos años como guardiamarina o cadete, abandonó de manera repentina, al punto de que muchos pensaron que había fracasado, pero no.
“Estando allí conocí un abogado de nombre Harold Modesto Sánchez, quien fue mi profesor de derecho público interno. Me regaló un libro de Ángel Osorio llamado El Alma De La Toga, y fue ahí donde encontré el toque de inspiración para mi verdadera vocación. Solicité mi baja de la academia y desde allí supe que había nacido para ser abogado. Tras mi salida de la academia naval de estudios superiores muchos entendieron que esto había sido un fracaso, hubo momentos incluso en que llegué a creer que solo había una sola persona que nunca dejó de creer en mí, YO”, dice firmemente.
Sin embargo, con 20 años a cuestas, y quizás desmotivado por lo antes expresado, actuó diferentes a lo que habría hecho otros jóvenes y no tan jóvenes arropados por la frustración, se decidió por la escuela.

Parte de la graduandos en la Cuadragésima Tercera Graduación Ordinaria celebrada el pasado viernes 20 de marzo en su Recinto Cibao Oriental Nagua.
“Seguí adelante tras mis ideales obviando los comentarios y aquí estoy en una sola pieza, Licenciado En Derecho, Summa Cum Laude”, dice con orgullo el licenciado Alonzo, mostrando su deseo de servir a su pueblo de Río San Juan, al igual que su otro compañero de graduación, Pedro Antonio José Flete, que también es Summa Cum Laude en Derecho.
Aaah! y Vladimir Alonzo es del staff de reporteros de Costaverdedr.com. Enhorabuena.