SANTO DOMINGO.- Se confirmó este domingo el fallecido del expelotero Osvaldo Virgil, quien fuera el primer dominicano en llegar a las Grandes Ligas del Béisbol.
La información fue confirmada por Junior Noboa, comisionado nacional de béisbol.
Virgil, nacido el 17 de mayo de 1933, en Monte Cristi, debutó en las Grandes Ligas en 1956.
SU TRAYECTORIA
El sueño de cada pelotero es llegar al béisbol de las Grandes Ligas… El trayecto no es fácil, ya que el mismo comprende toda una odisea en la cual muchos, por diversas razones, se quedan en el camino y otros pocos logran hacer realidad lo que hace seis décadas consiguió Osvaldo Virgil, apodado El Orégano.
El 23 de septiembre de 1956 Osvaldo Virgil inscribió su nombre en la importante lista de criollos en el "béisbol grande" cuya cuenta hoy por hoy va por encima de 700.
Hasta su fallecimiento este domingo, Virgil, de 84 años, llevó una vida plena, disfrutando de muy buena salud en Montecristi y agradecido de todo lo que ha pasado con su vida.
Al cumplir la semana pasada los 60 años de aquel acontecimiento, Virgil compartó algunas anécdotas sobre aquel ingreso.
"Realmente yo me lo esperaba porque estaba teniendo una buena temporada en las menores", dijo. "Tenía plena confianza y seguridad que me llamarían y cuando lo hicieron todo fue alegría".
SU FAMILIA
A finales del siglo 19 sus abuelos vinieron al país en barcos pesqueros desde la islas Turcas, al norte de República Dominicana y establecieron sitio.
Sus padres fueron Henry Virgil e Isabel Pichardo Morel.
En dos matrimonios don Osvaldo procreó cinco hijos, tres hembras y dos varones. Ozzie, ex receptor de Grandes Ligas, Marcos, quien es un oficial de policía en Arizona, y Justina, Linda y Ruth.
Sus hermanos son Carlos, quien también vive en Montecristi, además de Mañen, Quique y Thelma.
SUS INICIOS
Virgil jugó en un espacio que servía los propósitos para desarrollar un juego de béisbol. Allí conectó sus primeros batazos, un terreno que hoy es parte de las salinas de Montecristi, en el área circundante a la costa marítima.
"Hace mucho tiempo que ese play desapareció, tengo buenos recuerdos de mis inicios aquí", dijo, señalando hacia la zona.
Don Osvaldo recuerda la educación y enseñanza de calidad que recibió en la escuela primaria de su ciudad.
"La disciplina y ordenamiento que recibimos era muy superior, nos obligaba a llevar una conducta correcta y basada en mucho respeto a los demás". recordó.
ESTADOS UNIDOS
Explicó que su familia partió a los Estados Unidos en 1945, pues su padre era un antitrujillista y obviamente tuvieron que abandonar el país para alejarse del régimen dictatorial.
En sus primeros años vivió en El Bronx, New York, donde atendió y se graduó en la secundaria DeWitt Clinton High School.
SU LLEGADA A MLB
Firmado en 1953, no tardó mucho en probarse un uniforme de un equipo grande. El 23 de septiembre de 1956, con 24 años, fue subido por los Gigantes de New York, ese día se fue de 4-0 al bate y jugó defensa en tercera base. En su siguiente juego, el día 30, conectó de 4-3 con una impulsada y una anotada, incluyendo su primer doblete, todo contra el lanzador Robin Roberts de los Phillies de Philadelphia, un miembro de Cooperstown. En el segundo juego de ese día pegó de 4-2, con su primer triple contra Curt Simmons.
Al llegar a los Tigres de Detroit en 1958 se convirtió en el primer jugador que no era blanco en pertenecer a ese equipo. Recuerda que en su debut con los Tigres, el 16 de junio, bateó de 5-5 y eso le trae buenos recuerdos.
El 5 de octubre de 1980, presenció como su hijo Ozzie Virgil conectó su primer hit en Grandes Ligas frente a los Expos de Montreal, equipo donde don Osvaldo se desempeñaba como coach.
"Eso fue algo inolvidable", dice visiblemente emocionado.
Virgil tuvo una carrera de nueve años en las Grandes Ligas con Gigantes de New York (1956-57), Tigres de Detroit (1958, 1960-61), Atléticos de Kansas City (1961), Orioles de Baltimore (1962) Piratas de Pittsburgh (1965) y Gigantes de San Francisco en 1966 y 1969.
Tuvo promedio al bate de .231, con 174 hits en 753 turnos al bate, 14 jonrones, siete triples, 19 dobles, 75 anotadas, 34 boletos y seis bases robadas.
Defendió todas las posiciones excepto pitcher y jardinero central.
Tras su retiro como jugador activo, inició una carrera como coach por 19 años entre Gigantes de San Francisco, Expos de Montreal, Marineros de Seattle y Padres de San Diego.
EN LATINOAMÉRICA
Virgil jugó en la pelota dominicana con los Leones del Escogido (líder de bateo en 1956-57) y las Águilas Cibaeñas, equipos de los cuales más tarde también fue manager, además de los Azucareros del Este. En Venezuela dirigió a Leones del Caracas, Tigres de Aragua, Tiburones de La Guaira y Cardenales de Lara.
En 1984 fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano y en 2014 inmortalizado en Salón de la Fama del Béisbol Latino.
Actualmente labora como asistente especial para la organización de los Mets de New York y realiza viajes constantes a su academia localizada en Boca Chica.
RECONOCIMIENTO
Virgil se mantuvo muy humilde, se llevó bien con todo el mundo observando un comportamiento ejemplar y por eso el pueblo lo quiere.
En Montecristi fue honrado de varias maneras. El aeródromo de la provincia lleva su nombre y también la calle donde está situada la vivienda donde nació.
"Uno se siente muy orgulloso de haber podido ser parte de una linda historia y que tu gente lo reconozca", resaltó en aquel entonces.