Tenemos suerte: en Haití no hay partidos políticos de ninguna ideología que estén
promoviendo el odio a la República Dominicana; ni organizaciones de ningún tipo que
estén proclamando la idea de fusionar ambos países; ni unas fuerzas armadas dispuestas a
agredir a nuestros soldados en la frontera; ni ninguna organización promoviendo el
propósito de invadirnos con centenares de miles o millones de haitianos; ni deportaciones
de dominicanos, en represalia por nuestras deportaciones de haitianos; ni hay…(Mejor lo
dejo ahí, a la espera de lo que ya es inaplazable: el diálogo de quienes gobiernan en cada
país, para acordar soluciones).
