La gran laboriosidad y capacidad de emprendimiento de la comunidad ríosanjuanera son notables atributos en los proyectos que se desarrollan en los últimos años en nuestro pueblo y en un momento lindo para nuestra gente.
Pero, lamentablemente, veo como intentan hacer una guerra santa contra los emprendimientos que nacen en la actualidad a través de inversionistas de Río San Juan y han querido bloquearlos. Estos ataques lo defino como si fuera la era del dictador, por lo que no debiera de atentarse contra algo que viene a crear empleo y que funciona para bien.
Propongo a los actores que se han convertido en lobos feroces en contra del desarrollo que hemos soñado, que en vez de atacar a los lobos amables, se tomen medidas para simplificar, sin trabas, los procesos de creación de negocios en el entorno turístico de Río San Juan.
A mi juicio, los elementos de innovación siempre tienen que ir por delante de cualquier regulación, ley, grupo político o económico. En ese sentido de contrapeso, hay que empezar a reclamar y dejar que Río San Juan siga el curso de avance, ya que estamos en un momento lindo y de moda, por lo que llamo a construir un clima de apoyo a los inversionistas, tanto locales como el extranjero que viene a depositar su confianza en la zona. No se puede seguir dando golpe seco y lleno de odio.
El año pasado, desde el Concejo de Regidores, como presidente del ayuntamiento en ese momento, dimos apoyo a decenas de proyectos, algunos con años frenados, y otros nuevos, que cumpliendo con todos los requisitos y permisología contaron con el sometimiento y aprobación del concejo.
Río San Juan necesita que tanto Turismo como Medio Ambiente conecten con la realidad.