Las declaraciones públicas y las órdenes, sugieren que preparan el escenario para una operación militar estadounidense en Venezuela. Primero, el presidente Donald Trump acusa al presidente venezolano Nicolás Maduro de narcotraficante, duplica una recompensa por su captura y ordena que los militares combatan el narcotráfico.
Hay que ponerle atención a las actividades marítimas en torno a Venezuela. A Washington le preocupa la presencia de naves iraníes en Venezuela. El presidente Maduro ayer era desafiante, hoy luce preocupado. Quizá la inteligencia estadounidense haya confirmado informes de una división dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela.
No lanzarán una aventura militar sin información de inteligencia muy bien confirmada. De 20 países latinoamericanos, cuatro, una quinta parte, padecen problemas políticos; Haití enfrenta inestabilidad, Venezuela, Cuba y Nicaragua sufren dictaduras. Las “narcodictaduras” son el nuevo enemigo: petróleo, oro y otras riquezas convierten a Venezuela en una tentación irresistible.
Algunas cosas son absolutamente claras, quedan pocos espacios en el planeta que no son saqueados por el colonialismo. Ese modelo económico no ha evolucionado, solo se ha perfeccionado en 533 años, los países ricos no saben vivir sin saquear las riquezas de naciones menos poderosas.
Están centrados en Rusia, Irán y Venezuela, son países muy ricos, no es coincidencia que sean aliados político-militares.
La Guerra de Ucrania busca saquear a Rusia, una de las naciones más ricas del planeta, la OTAN promueve “repartir” las riquezas rusas entre europeos y estadounidenses.
Los ataques a Irán buscan debilitar su sistema político para instalar un títere y acceder a sus riquezas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y Trump mantienen una comunicación abierta y fluida, nadie sabe realmente de qué hablan o a cuáles acuerdos secretos hayan arribado. Se reunirán este viernes en Alaska, algo importante ocurrirá después del encuentro.