Santo Domingo, R.D. –El reconocido artista dominicano Persio Checo regresa a la escena con la exposición “Grandes visiones, pequeños formatos”, una muestra que conjuga la intensidad simbólica de su universo creativo con la intimidad de la escala reducida. La inauguración tendrá lugar el martes 14 de octubre de 2025, a las 7:00 p.m., en la Galería Bodden, ubicada en la Av. Carlos Pérez Ricart 66, Santo Domingo, R.D.
Una mirada íntima al universo de Persio Checo

“Las cosas que vemos están en nuestra alma… no están en las cosas”, recordaba Salvador Dalí citando a Malebranche, al hablar del ingenio surrealista de Miró. En esa misma línea de pensamiento —donde la visión trasciende la forma— se inscribe la nueva propuesta de Persio Checo, artista nacido en Río San Juan (1958), figura esencial del arte moderno dominicano y testigo activo de la generación de los ochenta.
En esta exposición, cada obra se convierte en una ventana hacia un cosmos interior donde color, símbolo y materia dialogan con la emoción. “Grandes visiones, pequeños formatos” invita a descubrir la grandeza que habita en lo mínimo, en esa poética del detalle que ha distinguido la trayectoria de Checo a lo largo de cuatro décadas.
El artista, que se define a sí mismo como un hombre “de mar, aire y tierra”, presenta aquí un conjunto de piezas que revelan su constante búsqueda de armonía entre el espíritu y la forma; entre la memoria ancestral del Caribe y la conciencia contemporánea del arte.
Trayectoria de un creador múltiple

Persio Checo es egresado en Artes Plásticas de la Escuela Nacional de Bellas Artes y Arquitectura en la UASD. Realizó estudios de Dibujo, Grabado y Cerámica en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage, en Río de Janeiro, y de Fotografía Digital en la Escuela EFTI de Madrid. Fue miembro fundador del colectivo “Generación 80”, Secretario de Organización del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) y Director de la Escuela Superior de Arte.
Ha expuesto en Santo Domingo, Río de Janeiro, París, Andorra, Segovia, Madrid, Nueva York y Miami, consolidando un lenguaje propio donde el surrealismo, la espiritualidad y la crítica social se entrelazan con sensibilidad caribeña.

Entre sus muestras más destacadas figuran:
- Magenta (Galería Paiewonsky, Santo Domingo, 1983)
- El sacrificio de la vaca sagrada (Casa de Teatro, 1991, Premio del Público, XVII Bienal Nacional de Artes Visuales)
- Reflejos (Galería Exhal’Art, Montmartre, París, 2004)
- Persistencia (Itinerante, 2008 – Santo Domingo, Bonao, Puerto Plata y Santiago)
- Fragmentos (Río Penthouse Gallery, Nueva York, 2016)
- Alacena de Sueños (Casa de Arte, Sosúa, 2022)
En 2009 recibió el Gran Premio de la III Bienal Paleta de Níquel (Museo Cándido Bidó, Bonao), y en 2023 fue galardonado con el Premio Felipe Abreu al Mérito del Carnaval Dominicano y el Pergamino de Reconocimiento de la Oficina Senatorial María Trinidad Sánchez, Nagua.
Perspectiva crítica
El crítico y curador Abil Peralta Agüero define a Checo como “un artista de mar, aire y tierra, habitante y testigo de su tiempo, que asume el arte con irrenunciable devoción y disciplina del espíritu”. Su obra —añade— “transita entre el surrealismo y la conciencia del ser, incorporando una iconografía caribeña que celebra lo sagrado, lo erótico y lo lúdico como dimensiones inseparables de la existencia”.
Críticos como Jeannette Miller, Marianne de Tolentino, Danilo de los Santos, Sara Hermann y Delia Blanco también han escrito sobre su trabajo, destacando su coherencia, su dominio técnico y la profundidad simbólica de su universo plástico.