Cuando los Estados Unidos, sus naciones subalternas o aliadas, están perdiendo una guerra, surgen las propuestas de paz. Quien está ganando una guerra quiere victoria, no paz.
En Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dice que no a un "cese al fuego" porque solo sirve para que el perdedor se reorganice y rearme. Putin exige acuerdos definitivos que traigan una paz duradera.
El ejército de Israel tiene claramente un espacio asegurado en los anales de la depravación y la crueldad humana, por sus grandes destrezas masacrando civiles palestinos.
Al combatir a Hamas, demostraron una inferioridad absoluta, por eso el presidente Donald Trump interviene proponiendo un acuerdo de paz. Si el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, pide la paz, demostraría debilidad; Trump hace la propuesta.
Suspenderían la masacre de Gaza para guerrear contra Irán.
Irán podría ser la derrota final, y tendríamos paz.
El sueño dorado de los neoconservadores y traficantes de armas es una guerra con Irán, sería extensa, venderían muchos armamentos y la Victoria les daría muchísimas riquezas.
Irán está entre los principales suplidores de energía de China y tiene un papel central en la reconstrucción de la Ruta de la Seda que promueve Pekín.
Decapitar el gobierno iraní le dará a occidente cuantiosos recursos energéticos, y también suspenderá el abastecimiento de China. Sería como matar dos pájaros con un solo tiro.
El único problema es que Irán es tan montañoso como Afganistán, es una nación inmensa y está militarmente muy bien posicionada, no es Grenada, ni tampoco Panamá.
Las montañas de Afganistán dificultaron la misión estadounidense durante su ocupación del país, Irán es igual de montañoso con militares muy bien preparados, puede ser mucho peor.
Una derrota estadounidense e israelí en Irán, puede traer una paz duradera, porque el golpe será muy fuerte. O provocará el primer ataque nuclear de muchos que han de seguir.