Rudy Estévez es un riosanjuanero que ama su pueblo, con un talento fuera de lo común y que ha puesto en alto nuestro país en Europa. Es un representante del arte clásico, con una voz que muy pocos dominicanos están a su nivel.
Ha cantado en escenarios importantes en toda Europa, ganándose el reconocimiento y valoración de ese mundo tan exigente. Los europeos lo admiran, lo aplauden y lo reconocen por su calidad y voz exquisita.

Podemos decir que Rudy, un hijo de un pequeño pueblo costero de RD, ha triunfado en Europa por sus condiciones, ya que, en ese lugar del mundo para tener éxito en el arte clásico, se debe tener un talento especial.
Si Rudy ha triunfado en Europa, un continente con los más altos estándares de calidad, porque no ha podido hacerlo en su País, que es donde él quiere estar como lo ha manifestado con dolor. Esas son las cosas que simplemente ocurren y marcan la injusticia de la vida.
Rudy debiera estar ofreciendo su innegable talento a los dominicanos, siendo asumido como uno de los mejores exponentes de su género. Pero sencillamente en nuestro país prefieren la banalidad vacía y la música con una expresión cultural distorsionada y dañina.
Al parecer nuestro bajo nivel cultural, impide que se valore el talento, que se reconozca la calidad, que se apoye el arte clásico, que se permita a un hijo de nuestra patria estar en el lugar que le corresponde.
Tengo la esperanza que en algún momento, no tendré que ir a Europa para ver a Rudy Estévez, sino que podré hacerlo en República Dominicana, cantando por Amor del maestro Solano, como él ha expresado que son sus más sentidos deseos.
Rudy es un riosanjuanero que representa dignamente el País, en Europa y el mundo, pero que su deseo es regresar a su patria para cantarle a los dominicanos. Ojalá que el talento y la calidad permitan que su sueño se haga realidad.
Al margen de los resultados, lo que puedo afirmar con plena conciencia, es que donde quiere que Rudy Estévez esté, será una Estrella que brilla con luz propia.




