SANTO DOMINGO.- Un “error operativo humano” generó “una perturbación severa” en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), que provocó caos en el Gran Santo Domingo y otras provincias del país.
Así lo establece el informe técnico ofrecido a raíz del colapso general del sistema eléctrico nacional.
La investigación identificó que la falta de personal técnico calificado en la ejecución de maniobras de alta tensión, ausencia de protocolos de entrenamiento continuo y una insuficiente supervisión operativa, incidieron directamente en la ocurrencia y magnitud del evento.
El pasado martes, a la 1:23 minutos de la tarde, el sistema eléctrico nacional fue afectado por un “blackout” o apagón general, ocasionado por una falla o avería en la subestación 138/69 KV SPMI – Línea 138KV SPM-Cumayasa, durante la apertura manual de las cuchillas del lado de la línea 138 kV SPM-Cumayasa, lo que provocó la paralización de medios de transporte masivo, como el metro y el teleférico, causando pérdidas en los sectores productivos e incomodidad en la población.
El informe concluyó que el colapso del SENI se originó en una maniobra incorrecta en la Subestación SPMI, agravada por la ausencia de protección diferencial de barras y admite que hubo falla de coordinación entre las protecciones de generación, EDAC y control de frecuencia, provocando desconexiones desordenadas.
Asimismo, expone que la alta penetración (aproximadamente el 40%) de generación de fuentes renovables no convencionales (ERNC), que no aportan inercia ni potencia de reserva primaria, redujeron la resiliencia del sistema ante perturbaciones súbitas, contribuyendo a la pérdida de sincronismo generalizada.
Señala, además, que la deficiencia en capacitación y protocolos de operación segura contribuyó a la magnitud del apagón, por lo que se requiere revisión integral del esquema de protecciones, procedimientos de maniobra y plan de restauración (Black Start) para fortalecer la resiliencia del sistema eléctrico nacional interconectado (SENI).
El análisis técnico preliminar suministrado a este medio, señala que la subestación no contaba con un esquema de protección diferencial de barras, mecanismo que hubiera aislado en forma instantánea la falla mediante la apertura coordinada de todos los interruptores asociados al embarrado afectado, evitando la propagación del disturbio.
“De haberse contado con dicha protección, la falla habría sido aislada instantáneamente mediante la apertura coordinada de todos los interruptores asociados al embarrado afectado, evitando la propagación del disturbio’, expone el informe.
Indica que la salida inicial de 591.7 megavatios (MW) de generación no representa, por sí sola, una condición que justifique el colapso del sistema, ya que en eventos previos se han manejado pérdidas superiores a 1,400 MW sin que se produjera un apagón total, lo que evidencia falla en la selectividad y la coordinación del sistema de protección entre las unidades generadoras de la zona y el Esquema de Deslastre Automático de Carga (EDAC).
Sostiene que es probable que las unidades generadoras de energía hayan salido de servicio antes que los circuitos de media tensión, lo cual desbalanceó la frecuencia y la potencia activa disponible y también apunta que la regulación primaria y secundaria de frecuencia no logró restablecer oportunamente el valor nominal de 60 Hz, acelerando el colapso del sistema.





