Para quien no lo sepa, hay que decir que cuando mucho 50 años atrás, para ser banquero había que tener una gran barriga y mudar una querida, peinarse de raya al medio, guardar en cierto secreto la fortuna (mostrando un breve indicio de ella en la amplia y sempiterna sonrisa), no creer en el fiao ni en los economistas, desconfiar del gran mundo moderno, ser pro yanqui sin ningún remedio, vivir del parque Independencia hacia la izquierda (sólo en ese caso se hacia alusión a un ala tan siniestra) y jamás de los jamases leer a José Israel Cuello… (Es más que obvio que los tiempos ha cambiado y hoy cualquiera puede ser un banquero moderno).





