El término quinta columna se le atribuye al general Emilio Mola, en una alocución radiofónica en 1936 en la guerra civil española, cuando las tropas sublevadas falangistas marchaban hacia la capital española Madrid, después de producirse el golpe de estado de las fuerzas derechistas-fascistas.
La guerra civil española duró 3 años, de 1936 a 1939, escenificándose entre los simpatizantes de la República, que habían llegado al poder después de haber ganado las elecciones con un frente de los socialistas, populistas y comunistas y las fuerzas falangistas, franquistas, fascistas y neo-nazis, que trataban de derrocarlos después de producir un golpe de estado.
Esta guerra que en principio parecía que iba a durar poco tiempo, tomó un giro inesperado y se prolongó por 3 largos y sangrientos años, donde murieron incontables ciudadanos españoles y de otros países, al tomar parte en ella, los rusos a favor de los republicanos y los italianos y alemanes apoyando a las fuerzas golpistas.
Cuando las tropas golpistas avanzaban hacia Madrid con el general Emilio Mola a la cabeza, bajo su mando iban 4 columnas desde diferentes puntos del país, existiendo una quinta columna que funcionaba con simpatizantes del golpe de estado, la cual desde la capital trabajaba clandestinamente a favor del bando golpista.
En la segunda guerra mundial se uso el término quinta columna, para catalogar a los franceses, holandeses y noruegos, que desde sus países simpatizaban con los nazis y esperaban el triunfo de la Alemania hitleriana.
En estos tiempo se usa el término para definir cualquier confrontación, donde un sector mantiene ciertas lealtades al bando enemigo, por motivos económicos o ideológicos. La quinta columna se ve como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en que viven o militan, susceptibles de colaborar con el enemigo.
Al hablar de quinta columna nos referimos para denunciar la presencia de un elemento que conspira internamente en contra de un proyecto político, operando con un boicot soterrado al servicio de los designios de afuera, del contrincante, adversario y enemigo.