Llamado Kundun (la Presencia), o Tenzin Gyatso es el XIV dalái lama del Tíbet. Nació con el nombre de Lhamo Dondhup el 6 de julio de 1935. A la edad de cinco años, fue proclamado encarnación (tulku) del XIII dalái lama fallecido, llevado al palacio de Potala en la capital del Tíbet y oficialmente proclamado líder espiritual.
En el budismo, sobre todo dentro de la corriente tántrica, un tulku es un sacredote o monje que ha escogido conscientemente renacer (reencarnar) al tranferir su consciencia, comúnmente muchas veces, para continuar con sus tareas.
En 1954, junto con una gran cantidad de dignatarios religiosos y civiles, viajó a Pekín para mantener conversaciones de paz con Mao, y en 1956 lo hizo a la India, donde pudo conocer al Primer Ministro Nehru, a quién le solicitó apoyo. Pero la crisis continuó y se provocó la primera rebelión en dos provincias fronterizas con China.
El 10 de marzo de 1959 Lhasa se sublevó de nuevo para reafirmar su independencia. Las demostraciones fueron brutalmente reprimidas hasta la total ocupación del país. Decenas de miles de tibetanos murieron en los bombardeos o fueron encarcelados.
Tras la victoria de los comunistas, a sus 24 años, el 17 de noviembre de 1959 fue declarado jefe de gobierno en exilio. Considerando que la única forma de liberar a su país de la opresión era que su palabra y su actividad no fueran acalladas, el dalái lama cruzó los Himalayas a pie, en un peligroso viaje que le llevó al exilio en India. Unos 80.000 tibetanos le acompañaron, mientras Mao Tse Tung ponía en el gobierno del Tíbet al Panchen Lama al que, sin embargo, no consiguió manejar a su gusto y encarceló en 1964.
En 1963, se promulgó una constitución democrática que se basa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Dharamsala, felizmente conocida como la Pequeña Lhasa, posee también instituciones culturales y educativas y sirve de “Capital en Exilio” de 130.000 refugiados tibetanos que viven principalmente en la India. Otros viven en el Nepal, en Suiza, en el Reino Unido, en los Estados Unidos, en Canadá y otros 30 países.
El 10 de diciembre de 1989 le fue concedido al dalái lama, el Premio Nobel de la Paz por su resistencia constante al uso de la violencia en la lucha de su gente para recuperar la libertad, dando a conocer su punto de vista respecto al Conflicto del Tíbet y la situación en su país. Es miembro del Comité de honor de la Coordinación internacional para el Decenio de la no violencia y de la paz.
La sabiduría del dalái lama
Los budistas tibetanos consideran que cada dalái lama una emanación de Buda, alguien que está embarcado en el camino del Buda de manera significativa. Traducido literariamente, “dalái lama” significa “océano de sabiduría”.
Al morir cada dalái lama, los monjes del Monasterio Amarillo designan a su siguiente reencarnación en un niño de corta edad, interpretando una serie de signos con arreglo a su religión.
En el intervalo de tiempo entre la muerte de un dalái lama y la mayoría de edad del siguiente, el Monasterio ejerce directamente el poder designando a un regente.
Dalái lama, con minúscula y con tilde
El compuesto dalái lama se escribe con minúsculas iniciales, con tilde en la primera palabra y sin guion intermedio, tal como indica la vigesimotercera edición del Diccionario académico.
Según las normas de uso de mayúsculas y minúsculas en español, se recomienda que la denominación dalái lama se escriba con minúscula, al igual que el nombre de cualquier otro cargo u oficio, por tratarse de sustantivos comunes y no de nombres propios.
Asimismo, se recuerda que el término dalái se escribe con tilde, por ser palabra aguda terminada en vocal, y que el núcleo de la expresión es lama (‘maestro de la doctrina budista tibetana’), por lo que el plural solo afecta a esta palabra: los dalái lamas.
12 gotas de sabiduría del dalái lama
«Si dominamos nuestra mente, vendrá la felicidad.»
«Todas nuestras vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los niños que crecen envueltos en afecto, sonríen más y son más amables. Generalmente son más equilibrados.»
«La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad.»
«Nuestra religión es simple: no existen templos ni complicadas filosofías.»
«Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.»
«El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos.»
«La tolerancia y la paciencia son mucho más profundas y efectivas que la mera indiferencia.»
«No debemos creer demasiado en los elogios. La crítica a veces es muy necesaria.»
«Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo.»
«Tanto el creyente como el no creyente son seres humanos. Debemos tenernos un gran respeto.»
«A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad.»
«La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.»