La soledad no suele ser un síntoma común en la adolescencia, sin embargo sí existe un grupo de jóvenes a quien le cuesta relacionarse con otros de su misma edad y manifiestan sentirse mejor cuando están solos.
Según el seguimiento con encuestas periódicas que realizaron expertos de las universidades de Gante, Lovaina (ambas de Bélgica) y Duke (Estados Unidos), entre 730 jóvenes belgas de entre 15 y 18 años, un pequeño grupo se siente siempre desconectado de la gente de su edad. Podría decirse que sufren “soledad crónica”.
Como han detectado los psicólogos, el problema de estas personas es que cuando reciben estímulos sociales –son invitados a una fiesta, pongamos por caso– lo atribuyen a una casualidad. El mérito propio está descartado, y creen que su soledad es una consecuencia directa de sus defectos y debilidades.
Les hagan caso o no, su sensación de exclusión aumenta. Precisamente, la adolescencia es una edad en la que las relaciones interpersonales se intensifican y se crean lazos más estrechos, lo que vuelve este problema especialmente dramático para quienes lo sufren.
Su actitud negativa hace que se convierta en un círculo vicioso del que les cuesta salir. Los investigadores ahora se proponen averiguar cuándo se convierte el sentimiento de soledad en algo permanente para poder identificar las señales y atajarlo así a tiempo.
Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Journal of Personality and Social Psychology.