He tenido la oportunidad de ver un documental muy motivador e inspirador, el cual ha cambiado de una manera positiva mi forma de pensar y actual; Malala es una joven de origen pakistaní que vivió bajo la ocupación talibán varios años de su vida. Cuando tenía 13 años de edad creó un blog bajo un pseudónimo, en donde narraba cómo era vivir bajo la organización terrorista asociada a la proclamación del extremismo religioso islámico.
Los talibanes destruyeron 170 escuelas, impidiéndole a sus niños el derecho a la educación. Malala fue victima de un atentado siendo herida en el cráneo y cuello luego de ser amenazada en su casa e incluso en la radio. Malala sobrevivió para ser mas revolucionaria y desafiante, con libros, lápiz y papel. que con las bombas y fusiles de sus adversarios, demostrando que la educación es la verdadera revolución y evolución de cada ser humano.
Los terrorista trataron de detenerla y la tacharon, pero sus balas no la pudieron vencer, sobrevivió y desde aquel día su voz la ha hecho más crecer; no cuento esta historia por ser única, si no por qué no lo es, es la historia de muchas niñas.
Malala Yousafzai, en el 2013 fue elegida por la revista Time una de las personalidades más influyentes del mundo. El 10 de octubre del 2014 fue galardonada con el Premio Nobel de La Paz junto con el hindú Kailash Satyarthi, activista por los derechos de los niños, convirtiéndose en la ganadora más joven de este premio. Sobre Malala el comité recalcó que a pesar de su juventud ya ha luchado durante varios años por el derecho de las niñas a la educación y ha mostrado con su ejemplo que niños y jóvenes también pueden contribuir a mejorar su propia situación. Ella lo hizo en las más peligrosas circunstancias. A través de su lucha heroica se ha convertido en una portavoz líder en favor del derecho de las niñas a la educación.
Para ir concluyendo este escrito quiero decir que esta revolucionaria e inspiradora joven nos enseña que:
– La educación es una de las bendiciones de la vida y una de sus necesidades.
– Un niño, un maestro, una pluma, y un libro, pueden cambiar el mundo.
– Ha llegado el momento en que el mundo piense en grande.
– Llevemos igualdad, justicia y paz a todos. No solo los políticos y los líderes mundiales, todo necesitamos contribuir.
– Las aulas vacía, la infancia perdida, el potencial desperdiciado, hacen que el mundo termine.
Termino diciendo que está historia no es más que un ejemplo para todos nosotros, imitemos el valor de esta joven, actuemos siempre pensando en nuestro bien y progreso, pero también pensemos en el de los demás. Yo en lo particular espero que nunca mis derechos sean violados, por qué el día que lo sea, y yo no pueda expresarme prefería morir, que estar vivo.