Cuando este lunes el presidente Danilo Medina llegue a Río San Juan, de seguro todo un pueblo estará tirado a la calle para expresarle su simpatía y apoyo a su gobierno.
También habrá muchos que querrán estrecharle la mano y por qué no, entregarle “un papelito” solicitándole una ayuda, un empleíto y hasta una casita.
Tampoco faltará aquel “líder” que sin empleo le gustaría decirle al compañero presidente que tal o cual nombrado no hizo su trabajo en la campaña, mientras que él “que se fajó” está tragando aire.
También vendrán las presentaciones de los potentados del pueblo y de uno que otro enllave del funcionario de turno, y “que es bueno que el presidente te conozca”.
En fin, habrá muchas peticiones, hasta el rechazo de sus contrarios, pero quizás muy pocas sean las que hay que decirle al Presidente.
A Danilo hay que decirle que Río San Juan languidece en el olvido. Hay que decirle que Río San Juan no tiene luz ni hay empleo.
Al Presidente hay que decirle que se necesita el rescate de los ganaderos, de los agricultores, de los pescadores, que se necesita la intervención urgente de la Laguna Gri-Grí, el asfaltado del pueblo y la construcción de una estancia infantil.
Que se necesita la terminación de la escuela de la tierra, la construcción de los caminos vecinales, que se necesitan baños en nuestras playas.
Como todo un rosario de necesidades, al Presidente hay que decirle que se necesita un hospital que esté al servicio de todos, que se necesitan más policías, que se necesita la modificación de las reglas sobre las áreas protegidas.
En fin, se necesita decirle la verdad a Danilo; se necesita que el Presidente entienda que en Río San Juan hace falta todo.
Solo así saldremos adelante como pueblo.