Buscando ampliar el radio de acción de su red, algunos de los integrantes de la “asociación” de extorsión y chantaje mediático sobre la que he venido revelando algunas aristas, han querido poner a un lado viejas malquerencias con poderosas figuras de la comunicación, con la intención de “embobarlos” para utilizar sus medios. Sencillamente, han encontrado un ¡nooo! rotundo a sus pretensiones, aplicándose muy bien aquello de que “culebra no cae en lazo”. Supe que a las puertas del quizás más exitoso zar de la televisión y la radio llegaron emisarios de estos marchantes con una propuesta envidiable para volver a utilizar los espacios de sus medios, y aunque confesaron arrepentimiento por confrontaciones pasadas y juraron re-encontrarse con lealtad con quienes fueron sus principales aupadores profesionales, no convencieron. “Mis medios no van a ser utilizados por estos chantajistas y malagradecidos”, habría comentado un poderoso magnate de la comunicación al tratar el caso con algunos amigos. Así andan las cosas en el medio, señores…
Hasta jueces
He escrito que esta red tiene entre sus víctimas a figuras de todas las variables del quehacer público, pero donde “la puerca retuerce el rabo” es en la presión que ese grupo trata de ejercer sobre algunos jueces de diversos niveles, a quienes pretende doblegar con “el cuco” de que “si no ceden, vamos a ponerlos en el descrédito general, porque tenemos medios y la gente cree en lo que decimos”. Por esa ruta, suponemos, se abren las puertas a torcer la voluntad de jueces probos y honestos con la amenaza de “cede o te acabo”, y más grave aún, se arrastra el sistema de justicia al basurero inmundo de la venta y mercadeo de decisiones en los tribunales, por miedo, omisión o comisión, otorgando –de hecho- patente de corso a delincuentes y malhechores, porque no son otra cosa. El que no lo crea, que cuente los reportes de fiscales y jueces que rehúyen tratar casos delicados. Así como suena…