La vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández se robó el show el domingo en la noche al comparecer a uno de esos programas light de la televisión dominical y mostrar varias facetas de su personalidad, de esas que agradan a la gente, además de acusar un conocimiento cabal del trabajo que desarrolla el equipo que encabeza desde la segunda oposición de mando en el Ejecutivo. Margarita se mostró humana, humilde, inteligente, sencilla y ¡vaya usted a ver! prudente y cautelosa. Practicó ejercicios en una sesión de zumba, condujo su vehículo junto a la productora del espacio por varias calles de la ciudad, acudió a un salón de belleza, cantó en un karaoke, ganó una competencia tirando el balón al canasto, bailó salsa y respondió preguntas suaves e incómodas sin perder la compostura, además de exponer con lujo de detalles las ejecutorias de la Vicepresidencia y esbozar planes y propósitos aún en carpeta. Salió magistralmente debajo de las ruedas de una patana ante una pregunta en perspectiva sobre su agenda hacia el 2020, se refirió con respeto y no dejó de citar al presidente Danilo Medina como eje de las acciones del Gobierno, incluyendo obviamente las de la Vicepresidencia, y se vio muy Margarita al hablar sobre su esposo, el presidente Leonel Fernández, y el
desenvolvimiento rutinario de ambos. A todo esto, hay que agregar que exhibió una figura agradable y un temperamento suave. Margarita fue todo un show…
Mansos y cimarrones
El Foro Permanente de Partidos Políticos logró lo que otros no habían logrado: Reunir a mansos y cimarrones para debatir en un ambiente de respeto y pluralista los temas que son comunes de las organizaciones allí agrupadas. La asamblea constitutiva del Foro fue un ejemplo de que cuando se quiere se puede. Y de que puede haber unidad en la diversidad. A nadie se le quitó nada por reunirse con los demás, aún con aquellos que se sabe son sus adversarios. Una vez más se comprueba que hablando, la gente se entiende…