Las últimas decisiones del Manual de Diagnostico y Estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (El Diagnostis and Statiscal Manual Of Mental Disurders) DSM-V, publicados en mayo del 2013, establece una serie de avances científicos en relación al DSM-IV publicado en el 1994, en lo relativo al Autismo, el Asperger y otros trastornos de la conducta.

En el DSM-V se incluye al autismo dentro  del "Trastorno del Neurodesarrollo", abandonando el criterio del DSM-IV, que lo establecía como un Trastorno General del Desarrollo (TGD). Al mismo tiempo pasa a crear el Trastorno del Espectro Autista (TEA), desapareciendo los sub tipos de autismo: Síndrome de Asperger, síndrome de Rett, trastorno desintegrativo de la infancia, trastorno no generalizado del desarrollo no especificado.

A partir del DSM-V que se crea el Trastorno del Espectro Autista (TEA), desaparece el trastorno de Rett y pasan a formar parte de éste amplio espectro: El trastorno Autista, el trastorno de Asperger, el trastorno desintegrativo de la Infancia y el trastorno no generalizado del desarrollo no especificado.

Entre las decisiones más importante del DSM-V, está una nueva clasificación para diagnosticar el TEA, que consiste en reducir a dos los síntomas, ya que en el DSM-IV, se establecían tres síntomas, que eran una deficiencia en la reprocidad social; una deficiencia en el lenguaje y la comunicación y un repertorio de intereses y actividades restringidos y repetitivos.

El DSM-V, sólo se establecen dos categorías: Deficiencia en la comunicación social( los problemas sociales y de comunicación se combinan) y comportamiento restringidos y repetitivos. En esta nueva clasificación del DSM-V, las deficiencias o retraso en el lenguaje ya no se incluyen en ésta categoría de síntomas. También el síntoma clínico "sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales" que no aparecían en el DSM IV, se incorporan a la categoría repetitivos.

Otro cambio importante en el DSM-V es que crea "El trastorno de la comunicación", como un trastorno independiente del TEA, el cual se caracteriza por una " deficiencia pragmática", así como una dificultad de utilización social de comunicación verbal y no verbal, el cual no se puede explicar por una baja capacidad cognitiva, incluyendo respuestas inadecuadas a la comunicación.

Otro cambio importante en el criterio del DSM-IV, es que este establecía que los síntomas del autismo debían aparecer antes de los 36 meses de edad. En el DSM-V se establece que los síntomas deben estar presentes desde la infancia temprana, aunque pueden no manifestarse plenamente hasta que la limitación de las capacidades impide la respuesta a las exigencias sociales. Lo cual podría desde mi punto de vista provocar diagnósticos a autista de alto funcionamiento, como si fueran asperger, aunque cuando esto diagnósticos se confunden, según los científicos en el área de la Psiquiatría, siempre prevalecerá el diagnostico de Síndrome de Asperger.

Es indudable que ésta nueva clasificación del DSM, es una verdadera revolución en el área de los problemas conductuales, produciendo cambios que tardarán muchos años en ser entendidos y asimilados hasta por muchos profesionales de la psiquiatría. Es indudable que el Autismo y el Asperger son un gran reto para los profesionales del área, ya que cada día se hace más perentorio su dominio, para contribuir con los padres de personas que ahora están dentro del TEA.

El autismo clásico, el autismo de alto funcionamiento, el Asperger con sus fenotipos, que lo hacen ser leve, moderado y grave y ahora con el Trastorno de la comunicación, se complican más las cosas, ya que esta nueva clasificación del TEA, ha dejado a muchos autistas fuera del espectro, que no podrán recibir el apoyo, seguimiento y la ayuda requerida.

El asperger tiene características propias que lo diferencian del autista, ya que no tiene problemas en el lenguaje, hablando con cierta normalidad desde pequeño y al mismo tiempo teniendo un nivel de inteligencia que va desde lo normal hasta por encima del promedio. En cambio el autista clásico tiene problemas con el lenguaje y aquellos que tienen una inteligencia promedio, considerados como autistas de alto funcionamiento, en muy raras ocasiones podría llegar al nivel intelectual y tener el CI de un asperger con rasgos normales.

Pero como éste es un tema un poco complicado, voy a escribir un próximo artículo, con las características básicas del autista y el asperger, tratando de hacerlo menos técnico, para tratar de aportar lo más posible, para que cada día sean más las personas que se motiven a integrarse a esta causa, que tanto afecta la familia y sobre todos a esos niños, generalmente incomprendidos por la sociedad y principalmente en los centros académicos.