Cuando se escriba la historia de las organizaciones políticas dominicanas, de seguro que habrá que dedicar espacio suficiente para tratar sobre la patología perredeísta por la confrontación. Creo, y pienso que no me equivoco, que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) es la organización política del país que más pleitos internos registra, algunos con desenlaces divisionistas irreparables. Y aún así, tiene una posición preeminente en el espectro partidarista nacional, con sus altas y sus bajas. En pocas palabras, el partido blanco -como dice un buen amigo mío- “es un partidazo”, por lo que nadie se asombre con su eventual recuperación. Así como suena…
Papa caliente
Precisamente por eso, hay que concluir en que la primera papa caliente que llega a la mesa del nuevo Tribunal Superior Electoral proviene del PRD, donde ahora ha surgido una denominada corriente “Por el Rescate Institucional” que, de arrancada, anuncia que está apoderando al TSE de una instancia con varios pedimentos, todos cañones enfilados hacia el presidente de la organización, Miguel Vargas Maldonado. Los nuevos jueces del TSE tendrán que decidir entre lo legítimo. Lo legal y lo político ante este pedimento que, como hemos dicho antes, no busca otro propósito que incidental los procesos internos del perredeísmo, de cara a la reactivación y dinamización que ha anunciado su dirigencia. Ya veremos…
Cuidado
Los cabecillas de la nueva corriente tendrán que cuidarse de que sus reclamos, por muy justificados que sean, se vean afectados por la pasión potenciada en tirria o por el disgusto de quienes, como los niños pudientes que acuden a jugar cualquier deporte con sus amiguitos, y cuando no los entran a juego amenazan con llevarse los utensilios de su propiedad, con la diferencia de que en el PRD los útiles no son precisamente propiedad de los que están disgustados porque no los llaman, o los han sacado, del cajón de bateo. ¡Je, je, je…!