Río San Juan.- Las circunstancias en que ocurrió la paliza que le partió el cuello y eventualmente le causó la muerte aún no están claras. La versión más concurrida es que fue víctima de una brutal golpiza por parte de agentes de la DNCD en Higüey tras haber sido apresado por asuntos de drogas en Bábaro hace unos tres meses.
Lo cierto es que este miércoles gran parte del pueblo de Río San Juan lloró la partida de Joaquín Sánchez (Picky), fallecido la mañana del pasado martes en un hospital de Santiago a donde fue llevado desde el hospital Desiderio Acosta de este municipio, a donde a su vez había sido traído la semana pasada a pasar sus últimas horas de vida.
Fue en este último hospital donde se vivieron las más grandes expresiones de dolor y soliridaridad, pues tras ser internado con un cuadro clínico de muerte cerebral, las largas filas se hacían interminables en dicho centro asistencial para tratar de abrazar aquel ser con quien muchos dijeron vivieron momentos inolvidable, y que ahora se encontraba a la puerta de la muerte producto de una inexplicable golpiza que muy pocos entienden, sobretodo por ser contra una persona ya bajo custodia policial y con el virus del VIH.
Para muchos, ese hermano, amigo fiel, ser humano extraordinario que sólo brindaba sonrisas y alegría a todo el que le rodeaba, no debió morir así. Y tras conocerse su deceso, los elogios a su persona llenaron los mensajes de las redes sociales, no solo de su familia y la compañera con quien procreó dos hijas, sino también de todo aquel que le conocía.
“Su consejo y su alegría lo vamos a recordar por siempre, porque él era un ser muy especial para todo el pueblo de Río San Juan. Y muy servicial. Te queremos y te llevaremos siempre en nuestros corazones”, decía uno de los tantos mensajes escritos en Facebook.
Y es que aparentemente su paso por la vida dejó más rastros de luz que de oscuridad. Son muchos los que tienen buenos recuerdos desde cuando hace más de una década regresó deportado de los Estados Unidos al pueblo que lo vio nacer.
Por eso su sepelio este miércoles estuvo lleno de desconcierto e inconformidades, pero a la vez de expresiones de amor y deseos de paz a sus restos.
Se fue a sus 38 años, lleno de vida y con un legado de seis hijos a quienes familiares y amigos les desean puedan superar el dolor de su partida, pero a la vez le exhortan a imitar su sentido de amistad.
Aunque para muchos, fue eso precisamente lo que le costó su muerte, su facilidad de hacer amigos. Pues hay quienes dicen que fue falsamente acusado para ser golpeado hasta morir, porque al verlo compartir largo tiempo con turistas, alguien pensaba que éste le facilitaba estupefacientes, y por ende estaba penetrando a su terreno.
Acusación que muchos dicen es del todo falsa. Y de eso se hace eco su familia quien sufre el dolor de su partida.
Depositado el cuerpo alrededor del mediodía en el cementerio municipal, además de dejar en la orfandad a sus seis hijos, Picky, quien era el menor, deja sumida en la tristeza en su barrio de la zona del Rompeolas a su madre doña Digna Vásquez y a sus ocho hermanos: Alicia, Herminia, Iris, Tea, Gustavo, Papo, Carlitos y Carmen, quienes al unísono ahora sólo claman justicia.
Paz a sus restos.