Con esta entrega doy por terminado mis planteamientos en relación a las candidaturas del Partido de la Liberación Dominicana, los cuales podríamos resumir de la manera siguiente: Que se si produce una modificación constitucional impulsada por el Comité Político, el Presidente Medina obtendría un triunfo arrollador en ese proceso electoral; que de no producirse ese escenario, lo más probable es que aunque el PLD gane las elecciones, se produzca una segunda vuelta electoral y por último, que el candidato al margen de Danilo, que está en mejores condiciones para garantizar un triunfo del PLD, es el Dr. Leonel Fernández, ya que los demás aspirantes no han podido articular un proyecto político que entusiasme a los peledeístas.
En este artículo voy a referirme de manera específica a las candidaturas en la Provincia María Trinidad Sánchez, exponiendo mis puntos de vistas, los cuales de seguro traerán diversos comentarios, pero que desde mi óptica, deben ser la piedra angular para articular un proyecto provincial exitoso, sin sectarismo, exclusiones ni mediocridades.
Como todos los que de una manera u otra hemos interactuado políticamente en esta provincia, estamos consciente de su complejidad, sobre todo por el limitado nivel político con que se manejan lo cosas, rallando generalmente en lo personal, en los resentimientos y el apego al pasado, dándose normalmente un seguimiento ininterrumpido a las cosas, sin entender, muchas veces, que los procesos son pasajeros, coyunturales y que como nos dice la dialéctica, a cada situación hay que darle un tratamiento ajustado a esa realidad.
En esta Provincia en términos políticos está ampliamente dominada por los seguidores del Dr. Leonel Fernández y el Presidente Danilo Medina, diríamos que en más de un 95%, lo cual es importante en términos de lograr un consenso, pues con un poco de voluntad política, desprendimiento, comedimiento, sensatez y sobre todo, madurez, entiendo no sería difícil ponerse de acuerdo para lograr esos propósitos y lograr una victoria arrolladora y contundente el próximo 2016.
En mi caso como no tengo ninguna aspiración electiva, podría ser un ente de equilibrio, servir de punto de avenencia en donde existan diferencias y ser un catalizador donde pueda producirse la unidad consensuada. Para lograr este objetivo unitario, entiendo que debemos partir de un punto en común, los sondeos electorales, que nos permitan escoger los mejores candidatos, sin importar las simpatías que pueda tener por uno u otro de los líderes del partido.
Como primer paso la Senaduría, que sin lugar a dudas será la posición más complicada, tanto por su nivel de jerarquía en la Provincia, como por la definición del liderazgo que implica, debemos dejar que sea el Comité Político, que con los mecanismos que cuenta, defina quien debe ser el candidato. Al mismo tiempo el CP se reserve una diputación, para dar solución a cualquier conflicto que genere la escogencia del candidato a senador.
En relación a las alcaldías, entiendo que debe aplicarse el criterio de que quien tiene la posición, si está bien situado en las preferencias del electorado, con buena aceptación, se le debe dar preferencia, en cambio si otro aspirante lo supera ampliamente en las encuestas, este deberá ser el candidato. Todos los alcaldes deben ser escogidos por consenso por las dos fuerzas políticas dominantes, utilizando las encuestas como instrumento científico para este propósito. Las regidurías en cada Municipio y Distrito deben ser escogidas por convención, reservando siempre una, para cualquier posibilidad de negociación, la cual de no producirse se le asignaría a quien fue más favorecido por las bases.
Si el liderazgo político de la Provincia se pone de acuerdo en estos puntos, desde mi modo de ver los acontecimientos, no habría ninguna dificultad, pues, como es natural, siempre existen aves solitarias, que esperan los procesos para convertirse en elementos de presión, chantaje y extorsión, los cuales sin tener estructuras ni apoyo interno ni externo, buscan entrar al ruedo para esos propósitos particulares. Pero esto solo puede ocurrir si el liderazgo no se pone de acuerdo y permite que se den estas acciones aisladas.
Vamos por la unidad y el consenso, vamos por un triunfo arrollador y contundente, vamos por la Senaduría, dos diputados, todos los Alcaldes y la gran mayoría de ediles, pero al mismo tiempo por un triunfo en la Provincia a nivel Presidencial. Todos los que de una manera u otra incidimos en la Provincia estamos conscientes, que precisamente por el liderazgo no ponerse de acuerdo, no hemos podido saborear en los dos pasados procesos electorales, de una victoria de nuestro candidato presidencial, pero estoy seguro, que ahora lo vamos a lograr y de manera abrumadora, CON LA UNIDAD Y EL CONSENSO.