La sentencia del TC que elimina el voto de arrastre de los diputados a senadores, en sentido general podemos catalogarla como positiva, aunque incompleta, ya que mantiene una parte del arrastre al dejar vigente el método de H’ondt o de proporcionalidad.
Los diputados ahora no arrastrarán a los senadores, pero sí podrán arrastrar a otros diputados, aún estos en el voto preferencial saquen menos votos que otros candidatos. Esta situación el TC debería resolverla, eliminando totalmente el arrastre, lo cual sólo sería posible si se elimina el método de H’ondt.
Veamos en qué fundamento mi tesis sobre lo planteado. Con el nuevo sistema y para poder aplicar el método de proporcionalidad, habrá que sumar los votos de todos los diputados, suma que será el punto de partida para asignar los escaños. Por ejemplo, si al contabilizar la totalidad de votos de los diputados participantes en una boleta, estos sacan mayor cantidad que los de la otra boleta, comienza la asignación del primer escaño por el método de H’ondt.
Esta situación de los diputados será al margen del Senador, por lo que se podría dar el caso que por fraccionamiento, un partido saque el Senador y menos diputados. En esa parte la sentencia del TC es positiva y correcta, ya que obligará a los senadores a ser populares y buscar sus propios votos.
¿Dónde está desde mi punto de vista la debilidad de la sentencia?. En que se sigue mutilando el voto preferencial para diputados, porque al sumar la totalidad de votos y se asignen los escaños por el método de H’ondt, se seguirá dando el caso que un diputado menos votado salga por encima de otro que obtuvo mayor cantidad de votos.
La esencia del voto preferencial es que quienes salgan electos sean los más votados, lo cual el TC deberá corregir, eliminando el método de proporcionalidad y con ello que los diputados arrastren otros diputados. Por eso insisto en que a pesar de lo positivo de la decisión es incompleta y mantiene un sistema como es el método de H’ondt, que es incompatible con el voto preferencial.
El método de H’ondt es un sistema creado para darle participación a las minorías, pero en listas cerradas, no listas desbloqueadas o voto preferencial. Sin dudas esto fue un error del legislador que el TC deberá corregirlo en su momento, aunque considero que ahora es el tiempo de hacerlo y resolver una distorsión que violenta la libertad de elegir de los electores.
¿Por qué viola la libertad de elegir? Sencillamente por la razón de que si mayoritariamente se vota por un diputado, otro menos votado podrá ser el elegido, en contra de la voluntad del ciudadano. Esto vulnera la libertad del elector, por la existencia de un sistema incompatible para aplicar el voto preferencial, como es el método de H’ondt.
Sólo esperamos que la decisión del TC sea completada eliminando el método de proporcionalidad y de esta manera permitir que el ciudadano sea quien determine, el diputado que quiera que salga electo, sin que un mecanismo erróneo se lo impida.





