Parecería que los seres humanos estamos perseverando y que por fin logramos lo deseado, como era tener la igualdad en sentido general de mundo.
Porque vivimos todos en el globo terráqueo embozalado sin importar que alguien sea rico, pobre, negro, blanco o que tenga posiciones especiales aquí en la tierra, porque la verdad que el Covid- 19 nos lleva sin preguntarle quien tu eres y si quiere o no irte al otro mundo acompañarle a donde nos vamos sin llevar nada y que también somos todos iguales.
Aquí todos llegamos sin nada, igualmente sin nada también nos regresamos, después de pasar el tiempo creyéndonos reyes y reinas, acaparándolo todo, cosa que precisamente al irnos todos para que lo disfruten quienes puedan hacerlo por haberse salvado del devastador castigo mundial de la pandemia que tiene al universo embozalado sin distinción de persona, porque estamos iguales.
La igualdad llega cuando menos la esperábamos; le apareció a los seres humanos desde el mismo momento que comenzó a dar la cara el coronavirus formando una incontrolable pandemia en todos los continentes en sentido general, cosa esta que ha traído una tremenda inquietud por estar todos igualitariamente teniendo la obligación de permanecer con la mascarilla por el hecho de que es universal, sin excepción, estamos todos iguales.
Y precisamente no es cuestión de comparonería ni fantochería y mucho menos ñoñería, porque la realidad es que el Covid-19 no es un relajo es una realidad tangible, porque no importan los millones ni tampoco el rango político ni presidencial, ni alta posición en el gobierno de tal o cual continente o nación e igualmente de artistas con grandes simpatía mundial. Para la pandemia no hay grandeza, niño, joven hombre, mujeres y envejecientes, todos somos iguales para dicho virus, que viene siendo el Rey.
Por eso hay que tener mucho cuidado con quienes se dislocan diciendo que el Covid -19 es igual que cualquier gripecita, y que es verdaderamente dichoso todo el que tiene la gran suerte de contraer el coronavirus, porque da fuerza y juventud, que no hay que tenerle miedo, según dijera el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comentario que fue rechazado hasta por los médicos y ciudadanos comunes; por radio, televisión, también los periódicos tradiciones y la redes sociales y … punto.