Permítame decirle, señor David Collado, que el real significado de una marca país no radica en un logo, ni en la elección de colores, ni en un eslogan. Ninguna de las anteriores son el núcleo de dicho termino, sí son parte de, eso sin dudas, pero no es lo primordial.
Se están enfrascando en lo más simple de esta materia, cuando hay tatos temas por delante a tratar para nuestro turismo y su desarrollo, y más en un momento tan crítico como el que viven todos los países del mundo actualmente.
La marca país es algo tan crucial como: ´´una estrategia para capitalizar la reputación de un país en mercados internacionales´´. No podemos confundirla con una promoción de campaña turística. Es algo tan delicado como una propuesta de valor de lo que podemos ofrecer como país a nuestros visitantes e inversionistas.
El pasado 20 de octubre del presente año, el presidente Luis Abinader anunciaba entusiasmado una estrategia de marca país acompañada de una ´´nueva´´ identidad visual con un simplificado logotipo que ha dado mucho de qué hablar y pensar. No sabía, nuestro presidente, que daba la ´´buena nueva´´ a un plagio. Lo explicó muy bien, pero pecaba de ingenuo y eso un presidente no se lo debe permitir.
La marca país tiene tres dimensiones: turismo, exportaciones e inversión extranjera directa. Se crea una estrategia de posicionamiento del país enmarcado en un único objetivo para capitalizar los productos, las empresas y las personas en los mercados globales. Fin. Luego va la parte visual de dicha estrategia, algo tan simple como un logo.
¿Para qué realizar un concurso para determinar la marca país? Antes de esto, señor Ministro Collado, si usted quiere, puede acercarse al MESCYT e investigar en la base de datos sobre aquellos profesionales egresados de másteres en Marketing y Comunicación Corporativa para que le elaboren un buen plan de estrategia. Conozco a muchos jóvenes profesionales que les dan la vuelta al equipo de comunicación de la presidencia y el gobierno en general, que podrían salvar la imagen actual, porque en términos de comunicación y estrategia los números no alcanzan, algo inexcusable para un gobierno.