Vapuleada, contrariada, estrujada, maltratada, enflaquecida, desvestida, amoratada, denostada, traicionada, desdentada, maleada, vendida, negada, comprada, empeñada, cortada, suspendida, prohibida, golpeada, abusada, violada,… Son las vainas que, desde que nació y en cada uno de los días de su pobre existencia, le han hecho a la Constitución de esta República, que cada 6 de noviembre, eso sí, es honrada, homenajeada, bendecida, floreada, prometida, recordada, amada, exhibida, paseada, vestida, reivindicada, besada, manoseada, traída y llevada (pero muy pocas veces cumplida rigurosamente, como ella demanda).