Eurípides Antonio Uribe Peguero, militar académico, graduado de la Escuela Naval, retirado luego de ejercer desde guardiamarina (cadete) hasta jefe del Estado Mayor de la Marina de Guerra, dedica sus años al análisis de temas de la vida militar y el quehacer nacional.

Como escritor comenzó en el año 2000, publicó “Las Fuerzas Armadas Entre Luces y Sombras” una mirada crítica del papel de las militares en la vida nacional.

Con “Las Caretas de la Democracia” (2002) relató cómo un grupo de oficiales de alta graduación formó una logia para garantizar el libre ejercicio de los derechos democráticos y electorales.

Por su genuina vocación democrática analiza el autoritarismo militar. Uribe selecciona 1916 en adelante, desde el inicio de la fuerza armada organizada por los yanquis cuya más genuina herencia fue Trujillo quien gobernó a patadas y culatazos hasta 1961, métodos que quedan en la mentalidad de muchos uniformados.

Las tropas yankis tenían criminales impiadosos que gozaban incendiando hogares campesinos con las familias dentro.

El vicealmirante Uribe Peguero hace justicia a los hombres que enfrentaron armados las tropas invasoras. La epopeya del Este del país no ha sido suficientemente publicitada y los dominicanos desconocemos cómo pequeños grupos de insurgentes mantuvieron en jaque a las tropas foráneas, hasta que la traición y el oro corruptor penetraron los grupos de guerrilleros.

Ese período 1916-1924, requiere de una mayor labor de investigación que ponga en manos de los lectores las mil y una historias de atropellos cometidos por las tropas invasoras y los gestos y acciones heroicos de los guerrilleros del este, merecedores de que sus glorias sean cantadas y divulgadas permanentemente, como otra prueba del pueblo que se levantará cada vez que su soberanía sea mancillada

Como escritor le di el gusto a mi padre Julio Gautreaux de escribir mi primer libro “Cuentos del abuelo Julio” que contiene parte de los relatos que me contó de su infancia bajo la ocupación de 1916.

Se escribieron cuentos sueltos sobre ese tiempo, algunos muy buenos, pero solo hay un volumen de cuentos escritos, el mío, para denunciar las atrocidades de las tropas yankis entre 1916 y 1924. Quizás los escritores que vivieron el período tuvieron temor a las posibles represalias, a la brutalidad de las tropas yankis.

Cerca del 28 de abril, cuando se enlutece la Bandera Nacional ante un nuevo aniversario de la invasión norteamericana de 1965, felicito a Uribe Peguero por su ensayo sobre los militares y el autoritarismo y me alegra haber cumplido con papá al escribir un libro de relatos como si se los contara a sus nietros “Cuentos del abuelo Julio”.