SANTIAGO.- La muerte en el Centro de Corrección de Monte Plata, de José Miguel Rodríguez (Job), vinculado al asesinato del periodista Blas Olivo y los asesinatos del estudiante universitario, Cristian José Almonte Leonardo y Luís Antonio Medrano, en Santiago y el expelotero, Víctor Liriano en San Cristóbal, ponen al desnudo la credibilidad de las autoridades e institucionalidad del país.
En el primer caso se recuerda que las actuales autoridades de la Procuraduría General de la República y la Policía Nacional, habían anunciado al país, la prohibición de utilizar celulares en las cárceles, por lo que la gente se pregunta cómo un reo entonces dirigió desde dicho centro penitenciario el asesinato del periodista Olivo.
Una demostración que una cosa es lo que las autoridades anuncian y otra cosa es la que hacen, porque alguien permitió la entrada del celular, con el cual José Miguel Rodríguez, planificó y dirigió dicho asesinato, con lo que queda al descubierto que la disposición de prohibir la entrada de celulares a los centros penitenciarios, no se ha cumplido.
José Miguel Rodríguez (Job), quien guardaba en dicho centro penitenciario acusado de ser parte de una banda de sicarios, murió durante una requisa practicada por agentes de la Policía Nacional y cayó abatido al según las autoridades enfrentarse con un arma de fuego a la uniformada.
Otra muestra de debilidad institucional, lo constituye el asesinato de los dos jóvenes en Santiago el ex prospecto de las Grandes Ligas en San Cristóbal, todos para robarle un celular, cuando las autoridades y las telefónicas hace un año, obligaron a la población a registrar su número telefónico,
Pero para sorpresa de la población resulta que los chips telefónicos se han vuelto a comercializar en la calle, porque supuestamente las empresas telefónicas, han presionado a las autoridades, en el entendido de que los controles establecidos provocan pérdidas a las mismas.
El último caso es el de Luis Antonio Medrano Reyes, de 24 años, recibió varios impactos de bala al resistir un atraco la noche del pasado martes, minutos después de salir de un gimnasio y se dirigía a su residencia ubicada en la urbanización Fernández, de la Zona Sur de Santiago.
Mientras ya la semana pasada había sido asesinado, mientras se encontraba sentado en la galería de su casa de San Cristóbal, el ex pelotero de Grandes Ligas, Víctor Liriano, en un hecho ocurrido el pasado domingo en San Cristóbal.
Mientras que el estudiante, Cristian José Almonte Leonardo hace 22 días que fue asesinado mientras se encontraba frente al apartamento de la Manzana C del sector Villa Olímpica, de esta ciudad de Santiago, también para ser despojado de un aparato cellular.(informacion)