Río San Juan.- En un acción considerada por muchos como un golpe de estado a la Sala Capitular, el alcalde Alberto Alonzo admitió este viernes en rueda de prensa que otorgó unilateralmente un permiso de no objeción a la empresa extranjera Playa Grande Holding Inc,, para la construcción de una de las dos torres levantadas en playa Preciosa.
Dicha construcción ha sido considerada como un intento de privatización de dicho balneario que actualmente se encuentra en un conflicto territorial, pues tanto el alcalde de Río San Juan como el del vecino municipio de Cabrera se lo disputan.
El escándalo estalló esta semana cuando tanto los regidores como el alcalde Alonzo se presentaron a dicha playa y le fue impedida su entrada, la cual le fue permitida luego que los ediles se comunicaran con el señor Rolando Fernández, representante de la empresa extranjera.
Las torres de deslizamiento han sido construidas sin respetar la ley de los 60 metros, según denunciara la regidora Arabella Martínez, presidente de la Sala Capitular de Río San Juan.
En un documento hecho llegar a esta redacción, el alcalde Cabrera, Jorge Cavoli, admitió que el concejo regidores de este municipio (no él) otorgó el permiso de no objeción para “UNA SOLA TORRE ZIPLINE”, amparado en la facultad que le da el título propiedad de la parcela donde se encuentra registrada dicha playa, la cual el documento hecho llegar a esta redacción la ubica en Cabrera.
Para justiciar su acción, Alonzo dijo que dio el permiso, porque dichas torres eran “simples, a bajo costo y provisional”, y que sería demostrar demasiado interés hacia una empresa “que tanto ha cooperado con las diferentes actividades que se realizan en Río San Juan”.
Asimismo, dijo lo hizo apegado a la ley municipal, artículo 8, que dice que el alcalde es quien da ese tipo de permiso. “Yo le di el permiso de no objeción y exoneré del pago impuestos, como lo hicimos”, dijo.
No obstante, Alonzo dijo que le manifestó al señor Fernández, frente a los regidores, que no estaba conforme con la construcción porque los cables suben por encima de la playa, irrespetando la ley de los 60 metros.
En dicha rueda de prensa, en la que casi nadie hizo preguntas, el Alcalde negó que dicha playa haya sido privatizada, aunque en la forma que describió las dificultades y la negativa de acceso a dichas facilidades que enfrentaron por parte de uno empleados de la empresa extranjera, deja entender que sí hay cierto control de parte de Playa Grande Holding Inc. para entrar al balneario.
Una advertencia, no una amenaza
A pesar de lo ya citado, Alonzo informó que le advirtió a “Rolando, mi hermano y amigo”, que no tenían problema con el permiso que le dio Cabrera, porque ya antes ellos lo habían dado, pero que cualquier otra cosa que se fuera hacer ahí, si no tenía el permiso de Río San Juan, ellos iban a tener la oposición y una demanda por desconocimiento al ayuntamiento de Río San Juan.
“Se lo hago, porque estamos entre amigos, no es una amenaza, es una advertencia, de que a partir de este momento, cualquier permiso de no objeción que se vaya a gestionar en la playa Preciosa hay que tramitarlo a través de Río San Juan, porque si algo se hace en esa zona que es nuestro territorio ellos están expuesto a una demanda y una oposición nuestra”, dijo.
Reiteró que playa Preciosa no está privatizada y que el cabildo no lo va a permitir.
Aquí el video sobre la rueda de prensa