Al observar a mi amigo Rubén Maldonado, diputado por varios períodos por el Partido de La Liberación Dominicana, adoptar esas posiciones extremas, radicales y que a veces llegan hasta el fundamentalismo, me viene a la mente un libro que escribió Vladimir Lennin, "El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo", donde el mentor de la revolución Rusa, demuestra como esas posiciones que siempre están en los extremos, terminan llevando a sus protagonistas de un extremo a otro.
Recuerdo el 2007 cuando formábamos parte del proyecto presidencial de Danilo Medina, cuando Maldonado y Sonia Mateo siempre se caracterizaban por mantener las posiciones más radicales en contra del entonces Presidente Leonel Fernández. En esos momentos siempre era tema de discusión el discurso de Rubén y Sonia, los cuales eran puestos como ejemplo de la firmeza y lealtad del danilismo.
Cuando observé por televisión aquel famoso discurso de Rubén Maldonado en el acto de apoyo al Presidente Leonel Fernández, donde estableció que los diputados que le seguían se habían constituido en una guardia pretoriana, para proteger al Presidente Fernández, lo cual sin lugar a dudas que le agencio muchos bonos entre el leonelismo.
Quizás muchas personas no entendían el significado de sus palabras, pero los que conocen un poco de la historia romana, sabían que se refería a aquel famoso ejército élite, constituido por los soldados más calificados de Roma y que actuaban como un ejército privado al servicio de los emperadores. Lo usó Julio Cesar, Augusto y tomó mayor fortaleza con el emperador romano Tiberio, llegando un momento en que el Perfecto o Pretor actuaba como un primer Ministro de Roma, los cuales llegaron a destituir hasta emperadores.
Sin lugar a dudas que esas posiciones firmes y ese discurso fundamentalista, le ha dado resultado a mi amigo Rubén, ya que fue designado por el Presidente Fernández para dirigir la Cámara de diputados el próximo año, lo cual vendrá siendo la coronación del ejercicio de un estilo, que aunque usted no comparta le ha dado buenos resultados.
Lo que si no comprendo es que como después de ser anunciado oficialmente por el Comité Político como el Presidente de la Cámara de Diputados para el próximo período, continúe con ese discurso extremista, que contraviene con una función tan delicada como le espera y que amerita de mucha prudencia, equilibrio y visión de Estado.
No es lo mismo actuar como un simple soldado que como un general, las circunstancias cambian y la madurez debe imperar, para evitar descalificaciones antes de consumado los hechos. Estoy seguro que no debe ser de agrado del Presidente Fernández, oírte expresar que si fueras Senador levantaría las dos manos a favor de que Roberto repitiera como Presidente de la JCE.
Rubén es oportuno comprender que esto es más profundo de lo que aparenta, que en ésta decisión está envuelta una posición de Estado del principal socio comercial de República Dominicana, por lo que es más sabio y pertinente esperar que sean otras instancias que enfrenten y diluciden el problema, para no llegar a un lugar donde sea después muy difícil retroceder.
Reconozco tú valentía y actitud firme, pero si no es mucho pedir, esto te lo doy como un consejo de amigo. Ojalá lo tomes en consideración.